Una arteria, u historia, un corazón al límite.

 Una arteria, u historia, un corazón al límite.

Lo que ves aquí no es una ilustración.

Es real. Una arteria coronaria que alguna vez fue camino de vida y terminó convertida en un callejón sin salida.

Dentro de ella, se esconde la crónica de un daño silencioso:

• Placas fibrolipídicas que crecieron poco a poco.

• Una luz arterial reducida al mínimo.

• Intentos fallidos del cuerpo por abrir paso.

• Un conducto vital transformado en un muro.

Lo más inquietante: todo esto sucedía antes de que el primer dolor apareciera.

Antes de que el corazón enviara señales de alarma.

Antes de que el desenlace fuera inevitable.

¿Por qué ocurre?

Colesterol elevado, presión arterial sin control, estrés crónico, tabaco, sedentarismo.

Y la falsa idea de que “si no duele, todo está bien”.

Afuera, la persona seguía con su vida.

Adentro, la tormenta ya estaba escrita en sus arterias.

Tu corazón no siempre avisa a tiempo.

La prevención es la única forma de adelantarse.

Haz que tu historia no termine atrapada en una arteria cerrada.

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Recordatorio esencial: La información presentada tiene carácter académico y educativo. No constituye consulta médica, ni debe ser utilizada para autotratarse. Si tienes molestias o preocupaciones, consulta a tu médico de confianza.

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