Los dos riesgos ocultos de la apendicitis que casi nadie te cuenta
La apendicitis parece fácil de reconocer hasta que deja de serlo.
1) Cada persona la siente distinto
2) La posición de la punta del apéndice cambia los síntomas
El apéndice no “mira” siempre al mismo lado. Según dónde apunte su punta, el dolor cambia de lugar e intensidad:
• Retrocecal (≈ 65%): dolor sordo y mal localizado; puede sentirse en flanco o espalda derecha.
• Pélvica (≈ 30%): molestia baja, por debajo del punto de McBurney; puede haber frecuencia/ardor urinario, tenesmo o diarrea.
• Preileal (≈ 2%): dolor más anterior en fosa ilíaca derecha, suele ser más nítido con el movimiento o la tos.
• Subcecal (≈ 2%): dolor localizado en la fosa ilíaca derecha, con sensibilidad superficial marcada.
• Postileal (< 1%): dolor que puede irradiar a dorso o flanco derecho; presentación atípica.
Esta combinación —síntomas iniciales discretos + variaciones anatómicas— retrasan el diagnóstico. Mientras tanto, la inflamación progresa y algunas personas todavía llegan con complicaciones como la peritonitis.
Mensaje clave: la apendicitis no siempre “se porta” como en los libros. Si aparece dolor abdominal persistente, empeora con el tiempo o se acompaña de náusea, fiebre o cambios urinarios/intestinales, consulta pronto. El diagnóstico a tiempo evita complicaciones.
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Aviso importante: La información compartida tiene únicamente fines educativos y de divulgación médica. No sustituye la consulta presencial ni debe usarse como diagnóstico. Si presentas síntomas o dudas sobre tu salud, acude siempre a un profesional médico.
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