Tu corazón no late al descubierto

El pericardio es una especie de saco que rodea al corazón y cumple varias funciones vitales:
- Protección: lo aísla de infecciones y traumatismos.
- Lubricación: entre sus capas hay una pequeña cantidad de líquido que reduce la fricción, permitiendo que el corazón se mueva sin rozar directamente contra los pulmones o el esternón.
- Soporte: lo mantiene en su posición anatómica, evitando que “se desplace” dentro del tórax con cada latido.
Cuando este saco se inflama (pericarditis) o acumula líquido en exceso (derrame pericárdico), el corazón sufre. Incluso, si el líquido se acumula demasiado rápido, puede poner en riesgo la vida al impedir que el corazón se expanda para llenarse de sangre.
Así que cada latido que sientes está protegido por este guardián invisible, silencioso y fundamental.
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Nota aclaratoria: Este contenido es informativo y académico. No reemplaza la valoración clínica directa ni pretende ser una guía de autodiagnóstico. Ante cualquier signo o síntoma, busca atención médica calificada.
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