Entre los seres espectrales conocidos como espíritus cuca del folclor Chileno

 Entre los seres espectrales conocidos como espíritus cuca del folclor Chileno, La Cuca Cordillerana se erige como la más poderosa y misteriosa. Mientras que sus parientes —la Cuca Negra y la Cuca Blanca— toman la forma de aves con claros roles simbólicos, La Cuca Cordillerana es algo mucho más misterioso.

La Cuca Negra es un pájaro negro cuyo canto anuncia una muerte inminente.

La Cuca Blanca es un pájaro blanco que se cree que guía a los vagabundos perdidos de regreso a un lugar seguro a través del bosque.

Pero La Cuca Cordillerana no es ni guía ni presagio. Es una embaucadora y una seductora, temida y extrañamente admirada en el folclore montañés remoto.

Se la describe como un ser híbrido: su mitad inferior se asemeja a la de una vaca —con pezuñas, pelaje y una complexión robusta, a menudo con dos o cuatro patas—, mientras que su mitad superior es la de una mujer de una belleza impactante, con un corte de pelo a tazón y pequeños cuernos que apenas sobresalen de su frente. Su rostro siempre está cubierto, revelando solo una amplia e inquietante sonrisa. Aunque muchos cuentos insisten en que esconde un rostro de gran belleza, también se dice que transmite un aire de peligrosa travesura, de esos que atraen problemas a quienes la miran fijamente durante demasiado tiempo.

Comportamiento y poderes:

La Cuca Cordillerana aparece de repente junto a quienes duermen, están borrachos o son vulnerables, especialmente viajeros u hombres que se adentran demasiado en el bosque. No habla, ni ataca, ni siquiera pregunta. Simplemente los recoge y los transporta a lo profundo del bosque, abandonándolos allí sin ningún propósito claro más allá de su propia diversión.

Se cree que puede teletransportarse o simplemente deslizarse entre las sombras y los troncos de los árboles de maneras que ningún humano podría. Para evitar que sus víctimas despierten, canta una suave y evocadora canción de cuna que paraliza y cautiva. Quienes la han escuchado y vivido dicen que se asemeja al mugido de una vaca, mezclado con un tarareo humano: bajo, lento y vagamente melódico.

En algunas regiones, se cuentan historias más íntimas: que La Cuca Cordillerana a veces seduce a hombres que considera atractivos, copula con ellos en un estado de ensoñación y los deja desnudos, confundidos y a kilómetros de la civilización. Estos hombres a menudo regresan transformados: distantes, silenciosos y con un brillo extraño en la mirada, como si aún estuvieran bajo su hechizo.

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