Los perros sí descienden de los lobos grises, como confirman múltiples estudios genéticos y arqueológicos.
Con respecto a la domesticación, las estimaciones varían entre 15.000 y 40.000 años atrás, con evidencia reciente apuntando a fechas más tempranas, posiblemente en Asia o Europa.
Este proceso ocurrió durante la era de hielo, cuando las personas eran cazadores recolectores. Los lobos domesticados ayudaban en la caza y protección, beneficiando a ambos. Poco a poco, se convirtieron en compañeros leales.
Hoy, los perros son variados en razas, pero todos comparten ese origen común. Estudios genéticos siguen revelando detalles sobre cómo evolucionaron de animales salvajes a mascotas familiares.
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