Cuando la tiroides se desequilibra, todo el cuerpo lo siente

La tiroides, esa glándula pequeña con forma de mariposa en el cuello, regula el metabolismo, la energía y hasta el estado de ánimo.
Cuando funciona de más o de menos, las señales son evidentes.
El exceso de hormonas acelera al organismo como si viviera en una carrera constante:
• Pérdida de peso sin motivo.
• Sensación de calor insoportable.
• Taquicardia, temblores y nerviosismo.
• Ojos prominentes y posible bocio.

Cuando la tiroides se “apaga”, todo se vuelve más lento:
• Aumento de peso inexplicable.
• Intolerancia al frío.
• Piel seca, fatiga y ritmo cardíaco bajo.
• Expresión cansada y falta de energía.
Lo importante: estos síntomas muchas veces se confunden con cansancio, estrés o envejecimiento. Pero detrás puede estar la tiroides pidiendo atención.
Un simple análisis de sangre puede marcar la diferencia y devolver el equilibrio.
Porque aunque pequeña, la tiroides marca el compás de tu salud.
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Recordatorio médico importante: esta información es de carácter académico e informativo. No reemplaza la valoración médica presencial ni debe utilizarse para autodiagnóstico. Ante cualquier síntoma, consulta siempre con un profesional de salud.
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