martes, 2 de septiembre de 2025

LEPRA

 

  • La enfermedad afecta principalmente a la piel, los nervios periféricos, la mucosa de las vías respiratorias superiores y los ojos.




Lepra

Datos y cifras
  • La lepra es una enfermedad infecciosa crónica causada por la bacteria Mycobacterium leprae.
  • Afecta principalmente a la piel y los nervios periféricos. Si no se trata, puede causar discapacidad progresiva y permanente.
  • Las bacterias se transmiten por las gotículas expulsadas por boca y nariz cuando media un contacto cercano y frecuente con una persona infectada que no haya recibido tratamiento.
  • Es posible curar la lepra con un tratamiento de varios fármacos combinados.
  • Aunque se han notificado casos de lepra en las seis regiones de la OMS, el grueso de los nuevos casos detectados anualmente se concentra en la Región de Asia Sudoriental.

Panorama general

La lepra, también llamada mal de Hansen, es una enfermedad infecciosa crónica causada principalmente por la bacteria Mycobacterium leprae, que afecta a la piel, los nervios periféricos, la mucosa de las vías respiratorias altas y los ojos. Además de deformaciones físicas, las personas afectadas sufren también estigmatización y discriminación. Es sin embargo una enfermedad curable y el tratamiento, cuando se dispensa en las primeras fases, puede evitar la discapacidad.

Magnitud del problema

La lepra es una enfermedad tropical desatendida que sigue presente en más de 120 países y de la cual se notifican alrededor de 200 000 nuevos casos al año. Su eliminación como problema de salud pública (objetivo que se define por una tasa de prevalencia inferior a un caso por cada 10 000 habitantes, conforme a la resolución WHA44.9 de la Asamblea de la Salud) se materializó a escala mundial en 2000 y en la mayoría de los países antes del año 2010.

La disminución del número de nuevos casos ha sido gradual. Según los datos de 2023, el Brasil, la India e Indonesia siguieron notificando más de 10 000 nuevos casos, mientras que otros 12 países (Bangladesh, Etiopía, Filipinas, Madagascar, Mozambique, Myanmar, Nepal, Nigeria, la República Democrática del Congo, la República Unida de Tanzanía, Somalia y Sri Lanka) notificaron entre 1000 y 10 000 nuevos casos cada uno. Cincuenta y seis países notificaron cero casos y 112 notificaron menos de 1000 nuevos casos.

En el parte epidemiológico semanal (Weekly Epidemiological Record) publicado el 13 de septiembre de 2024 (vol. 99) (en inglés) se ofrece información detallada sobre las estadísticas anuales de 2023.

Transmisión

Según se piensa, la enfermedad se transmite tras un contacto prolongado y cercano con una persona enferma no tratada, que por boca y nariz expulsa gotículas en las que está presente el agente causal. En cambio, la lepra no se contagia por los contactos ocasionales que tienen lugar, por ejemplo, al dar la mano o un abrazo o al compartir comida o asiento con una persona enferma. El paciente deja de transmitir la enfermedad en cuanto comienza a recibir tratamiento.

Diagnóstico

El diagnóstico de lepra reposa en los signos clínicos. A veces resulta difícil establecer un diagnóstico, en cuyo caso quizá haya que recurrir a servicios de laboratorio.

Por lo general, la enfermedad se manifiesta por la presencia de lesiones cutáneas y la afectación de nervios periféricos. Se diagnostica lepra cuando se observa al menos uno de los siguientes signos básicos: i) pérdida definitiva de sensibilidad en una mancha o placa cutánea pálida (hipopigmentada) o rojiza; ii) hipertrofia o engrosamiento de un nervio periférico, con pérdida de sensibilidad y/o debilidad de la musculatura que inerva; iii) observación al microscopio de la presencia de bacilos en un frotis por raspado de incisión cutánea.

Atendiendo a estos signos, los casos de lepra se clasifican en dos tipos con fines de tratamiento: paucibacilar y multibacilar.

  • Caso paucibacilar: caso con una a cinco lesiones cutáneas, sin presencia probada de bacilos en un frotis cutáneo.
  • Caso multibacilar: caso con más de cinco lesiones cutáneas; o con afectación nerviosa (neuritis pura o neuritis más cualquier número de lesiones cutáneas); o con presencia probada de bacilos en un frotis por raspado de incisión cutánea, independientemente del número de lesiones cutáneas.
  • Tratamiento

    La lepra se puede curar. La pauta terapéutica actualmente recomendada asocia tres medicamentos: dapsona, rifampicina y clofazimina, cuya administración combinada se conoce como politerapia o tratamiento multimedicamentoso. La OMS ha recomendado la misma pauta para los casos paucibacilares, con una duración del tratamiento de 6 meses, y durante 12 meses para los casos multibacilares. La politerapia mata al patógeno y cura al paciente. El hecho de diagnosticar y tratar la enfermedad con prontitud puede ayudar a prevenir discapacidades. La OMS ha venido facilitando gratuitamente esta politerapia, que al principio sufragaba la Nippon Foundation y desde 2000 donan los laboratorios Novartis.

    Prevención

    Está comprobado que la detección de los casos y la politerapia no bastan para interrumpir la transmisión. La OMS recomienda el rastreo de los contactos domésticos, vecinales y sociales, acompañado de la administración de una dosis única de rifampicina como profilaxis posterior a la exposición.

    Respuesta de la OMS

    La OMS presta apoyo técnico a países y territorios en las labores de prevención y control de la lepra. Cada año reúne los datos epidemiológicos sobre la enfermedad procedentes de países y territorios y publica un informe recapitulativo en francés e inglés en el parte epidemiológico semanal.

    Tras un exhaustivo proceso de consultas con países, especialistas, entidades asociadas y afectados por la lepra, la OMS publicó el documento Hacia cero lepra. Estrategia mundial contra la lepra (‎enfermedad de Hansen)‎ 2021–2030, que guarda plena coherencia con la Hoja de ruta sobre enfermedades tropicales desatendidas 2021-2030. La expresión «cero lepra» utilizada en la Estrategia corresponde a la noción de cero infecciones y enfermedades, cero discapacidades y cero estigmatización y discriminación. Los cuatro pilares estratégicos de la Estrategia son: aplicar hojas de ruta integradas de cero lepra, con plena adhesión nacional, en todos los países donde haya lepra endémica; extender las labores de prevención de la lepra y de detección activa e integrada de casos; atender los casos y sus complicaciones y prevenir nuevas discapacidades; y combatir la estigmatización y garantizar el respeto de los derechos humanos. En la estrategia se proclama asimismo la necesidad de invertir en la investigación y se fijan una serie de prioridades básicas en este terreno.

    La OMS ha elaborado módulos de aprendizaje electrónico para ayudar al personal de salud de todos los niveles a adquirir más conocimientos y competencias en temas relacionados con el diagnóstico y el tratamiento de la lepra y con la atención de las discapacidades, material que es posible procurarse a través de la Academia de la OMS.

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