viernes, 5 de septiembre de 2025

Pequeño pero construido para sobrevivir,

 


Pequeño pero construido para sobrevivir, el jerboa es el acróbata cargado de primavera del desierto. Con las patas traseras más largas que todo su cuerpo, este pequeño roedor puede saltar más de seis pies en un solo salto, una hazaña extraordinaria para una criatura que cabe en la palma de tu mano.

Jerboas habitan algunos de los desiertos y estepas más duros del norte de África, Asia y Europa del Este. De día, desaparecen bajo tierra, escondiéndose del sol ampollado en madrigueras que pueden estirarse varios pies de profundidad. Cuando cae la noche, emergen bajo cielos llenos de estrellas para buscar semillas, brotes e insectos. Su piel pálida se camufla perfectamente con la arena, mientras que su cola mechada actúa como contrapeso para cada salto errático.
Esas orejas grandes no son solo para mostrar. Actuando como radiadores de calor naturales, ayudan a la jerboa a regular la temperatura corporal cuando el aire del desierto oscila desde días sofocantes hasta noches frígidas. Su agudo oído también los alerta del más leve susurro de los depredadores que se aproximan: zorros, búhos o serpientes esperando.
Cada salto es tanto escape como elegancia: una carrera en zigzag a través de las dunas, un destello de estrategia de supervivencia evolucionó a lo largo de millones de años. En paisajes donde la vida parece imposible, la jerboa demuestra que la adaptación puede ser tan graciosa como ingeniosa.
 
Ver original
 
Calificar esta traducción
No hay ninguna descripción de la foto disponible.
Todas las reacciones:
435

No hay comentarios: