viernes, 5 de septiembre de 2025

FIBROMIALGIA




 FIBROMIALGIA: EL DOLOR INVISIBLE QUE EL CUERPO SIENTE PERO NADIE MÁS PUEDE VER

La fibromialgia es un trastorno crónico caracterizado por dolor musculoesquelético generalizado, acompañado de fatiga, alteraciones del sueño, problemas de memoria y cambios en el estado de ánimo. Lo que la hace particularmente compleja es que no deja huellas visibles en radiografías ni análisis de laboratorio, lo que durante años llevó a que fuera malinterpretada o incluso cuestionada. Sin embargo, hoy se sabe que es una condición real, vinculada a una alteración en la forma en que el sistema nervioso procesa las señales de dolor, amplificándolas y generando una sensación constante de malestar.
El dolor de la fibromialgia no se limita a una zona específica: se extiende por músculos, articulaciones y tejidos blandos, variando en intensidad y empeorando con el estrés, el esfuerzo físico o la falta de descanso. A esto se suman síntomas como rigidez matutina, hormigueos en manos y pies, migrañas frecuentes, síndrome de intestino irritable y sensibilidad extrema al frío, al calor o al contacto físico. La fatiga persistente y el sueño no reparador agravan la condición, creando un círculo vicioso que afecta la vida diaria y las relaciones sociales.
Aunque la causa exacta no se conoce, se cree que intervienen múltiples factores: predisposición genética, infecciones previas, traumas físicos o emocionales, y alteraciones en neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, que regulan la percepción del dolor. Se ha demostrado que las personas con fibromialgia presentan una mayor actividad en las áreas cerebrales relacionadas con el dolor, lo que explica por qué estímulos que normalmente no serían dolorosos se sienten como insoportables.
El diagnóstico se realiza principalmente a través de la historia clínica y la evaluación de puntos sensibles distribuidos por el cuerpo, descartando otras enfermedades que puedan causar síntomas similares. El tratamiento es multidisciplinario e incluye medicamentos para modular la percepción del dolor, terapias físicas para mejorar la movilidad, ejercicio regular de bajo impacto, técnicas de relajación, apoyo psicológico y cambios en los hábitos de sueño y alimentación.
En síntesis, la fibromialgia es un dolor invisible que afecta intensamente a quienes la padecen, aunque no pueda ser visto desde fuera. Reconocerla como una enfermedad legítima es el primer paso para brindar comprensión y apoyo. Con un enfoque integral, es posible aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida, recordando que el dolor no necesita ser visible para ser real.

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