La sangre menstrual: mucho más que un “desecho”
Está formada por agua, restos del endometrio (el revestimiento del útero que se desprende cada mes), sangre, mucosa cervical, ARN, lípidos, proteínas, hormonas y células madre.
Estas células madre estromales (MenSCs) poseen una sorprendente capacidad regenerativa: pueden transformarse en distintos tipos de tejidos, como óseo o muscular.
Lejos de ser algo “sucio” o inútil, la sangre menstrual es un fluido biológico complejo y lleno de potencial.
De hecho, antiguamente se usaba para fertilizar la tierra o curar heridas, reconociendo su poder simbólico y vital.
La menstruación no es impureza: es biología, energía y renovación.

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