Una segunda oportunidad para el corazón

El paciente ya había sido sometido previamente a un reemplazo valvular con una válvula de cerdo. Este tipo de prótesis se utiliza porque se asemeja mucho a la válvula humana y no requiere anticoagulación de por vida, como ocurre con las válvulas mecánicas.
Sin embargo, tienen una limitación importante: con el paso de los años se degeneran estructuralmente, perdiendo su funcionalidad. Generalmente esto ocurre en un periodo de 10 años, aunque puede variar.
Cuando la válvula falla, el corazón ya no puede bombear de manera eficiente, apareciendo síntomas como cansancio extremo, falta de aire y mareos. En ese momento, el reemplazo se convierte en la única opción para devolverle fuerza y ritmo a la vida del paciente.
La ciencia y la cirugía cardíaca hacen posible lo que hace unas décadas parecía impensable: darle al corazón una nueva válvula y, con ella, una nueva oportunidad.
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Nota aclaratoria: Este contenido es informativo y académico. No reemplaza la valoración clínica directa ni pretende ser una guía de autodiagnóstico. Ante cualquier signo o síntoma, busca atención médica calificada.
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