Las ascidias literalmente se comen el cerebro.
Una vez que se adhieren al coral, ya no necesitan sistema nervioso. Y la naturaleza no desperdicia nada.
Las ascidias, un tipo de invertebrado marino, siguen una de las estrategias de vida más extrañas del reino animal: se comen el cerebro.
En su etapa juvenil, las ascidias nadan libremente por el océano, guiadas por un sistema nervioso simple que les ayuda a encontrar alimento y un hogar permanente. Pero una vez que se adhieren al coral o a la roca, sus días de natación terminan, y con ellos su necesidad de cerebro.
En ese momento, el animal digiere su sistema nervioso y absorbe los nutrientes, reutilizándolos para el resto de su cuerpo.
Al no necesitar moverse ni procesar información sensorial, el cerebro se vuelve innecesario. Es un ejemplo sorprendente de eficiencia biológica: en la naturaleza, nada se desperdicia, ni siquiera las neuronas.
Fuente: C. Vaughn. Stanford.
Tomado de la red
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