“Cuando esta mujer me contó que sentía ‘algo moverse dentro del abdomen’, supe que no era ansiedad… era un parásito real.”
Así descubrimos una infección por Ascaris lumbricoides, el gusano intestinal más común del mundo. 
Atendí a una paciente joven con malestar abdominal, pérdida de peso y tos seca intermitente.
No tenía fiebre, ni dolor intenso, pero algo en su relato llamó mi atención:
“Doctor, a veces siento como si algo se moviera adentro…”
Ese detalle, que muchos podrían pasar por alto, fue clave.
Le pedí un análisis de laboratorio y una muestra de heces.
El resultado fue claro: Ascariasis por Ascaris lumbricoides.
El Ascaris lumbricoides es un nematodo (gusano redondo) que puede llegar a medir hasta 30 cm de largo.
Es tan frecuente que la OMS estima que 1 de cada 4 personas en zonas tropicales o rurales puede estar infectada.
El ciclo es fascinante (y alarmante):
Cada gusano adulto puede vivir más de un año y una hembra puede liberar hasta 200 000 huevos diarios.
Estos huevos son expulsados por las heces, contaminando nuevamente el entorno.
En etapas tempranas, muchos pacientes no presentan síntomas, lo que facilita su propagación.
Pero a medida que los parásitos crecen, comienzan los signos clásicos:
Dolor abdominal leve o tipo cólico.
Náuseas, vómitos o pérdida del apetito.
Abdomen distendido.
Tos seca, dificultad respiratoria o fiebre baja (fase pulmonar).
En casos graves: obstrucción intestinal o bloqueo de vías biliares o pancreáticas.
En la radiografía abdominal se reveló múltiples asas intestinales distendidas, y el análisis microscópico confirmó la presencia de huevos del parásito.
El diagnóstico se basa en el examen parasitológico de materia fecal, donde se observan los huevos de Ascaris.
En casos más severos, pueden utilizarse ecografías o tomografías para detectar obstrucciones.
El tratamiento médico incluye antiparasitarios seguros y eficaces como:
Albendazol (400 mg dosis única)
Mebendazol (100 mg cada 12 h por 3 días)
En niños o gestantes, la dosis debe ajustarse según indicación médica.
El manejo también requiere tratar a todos los miembros del hogar, ya que la reinfección es común si no se controla el foco ambiental.
La ascariasis es una enfermedad de la pobreza y del saneamiento, no de la casualidad.
Las medidas preventivas más efectivas son:
Lavar frutas y verduras con agua segura y cepillarlas si se consumen crudas.
Hervir o clorar el agua de consumo.
Lavar las manos después de ir al baño y antes de manipular alimentos.
Evitar el uso de aguas residuales o excretas como fertilizante.
Educar a la comunidad sobre higiene básica y control de desparasitación periódica.
la paciente se recuperó completamente tras el tratamiento.
Su caso nos recordó algo fundamental:
Por todo esto es importantisimo acudir al medico , no automedicarse y seguir al pie de la letra cada indicacion dada por el profesional.


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