jueves, 11 de diciembre de 2025

Pelete




 Pelete" en Canarias se refiere a un frío intenso, especialmente cuando las temperaturas bajan de forma inesperada por la noche, incluso en verano, y se usa comúnmente en la expresión "¡Hace pelete!" para indicar que se necesita abrigo, aunque también existe una marca artesanal de sombreros con ese nombre que refleja la tradición canaria. 

Significado y uso popular
  • Frío intenso: Es el uso más extendido; significa un frío fuerte y repentino, algo que sorprende a los que no están acostumbrados al clima canario.
  • Ejemplos: "Por la noche hace un pelete que no se puede aguantar" o "¡Qué pelete hace hoy!".
  • Contexto: Los canarios, acostumbrados a temperaturas cálidas, usan esta palabra para describir lo que para otros sería solo fresco, especialmente en zonas altas o al atardecer. 
La marca "Pelete"
  • Artesanía canaria: Es una marca de productos hechos a mano en Lanzarote, como sombreros de palma, que rescatan la tradición de la vestimenta típica de las islas.
  • Identidad: Busca mantener vivo el legado cultural y el arte local a través de piezas únicas que reflejan la identidad canaria. 
En resumen, "pelete" es una palabra canaria que define tanto un fenómeno climático (el frío) como una expresión de identidad cultural y artesanía. 
1. m. Frío intenso. Por las noches hacía un pelete, que no había quien saliera a la calle.
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estar fofo

 


En Canarias, " (o "estar bufofo") se usa para describir a alguien que está débil, blandengue, sin energía o algo flojo en su constitución física o carácter, similar a "estar mustio" o "estar desganado", aunque a veces también se aplica a objetos que están flojos o en mal estado, como una cama o un sofá, y deriva del término bufo, relacionado con la sensación de hinchazón o flojedad. 

Significados y usos comunes:

Físico: "El niño está un poco fofo, no ha comido bien esta semana".

Desganado/débil: "Hoy me siento fofo, no tengo ganas de hacer nada".

Objetos flojos: "El sofá está muy fofo, ya necesita un arreglo". 

Sinónimos y expresiones relacionadas en Canarias:

Tufudo: Para alguien enfadado o con mal humor (no confundir con "fofo").

Arretranco: Persona despreciable, aunque también puede aplicarse a cosas.

Jaira: Usado a veces para describir a alguien que está "como una jaira", es decir, algo blando o sin fuerza. 

Es un término muy canario, aunque la raíz etimológica viene del castellano antiguo "bufar", que se relacionaba con la respiración o el fuelle, de ahí "fofo" (blando, sin firmeza). 

LOS CANARISMOS BUFO, BUFA, BUFITO, BUFAR ... - Dialnet

En este sentido, aparece en las expresiones hechas echar el bofe (o los bofes) 'afanarse, trabajar excesivamente', echar los bofes por una cosa, 'solicitarla co...

Los hombres que metieron Roma a Saco: ¿soldados de un ejército o comunidad de amotinados?

 


Los hombres que metieron Roma a Saco: ¿soldados de un ejército o comunidad de amotinados?

Este exército va con gran determinación de tomar Florencia o morir todos.
[alemanes y españoles] los unos con los otros se han conjurado y determinado de pasar adelante y de no abandonar fasta haber sus pagas
El Abad de Nájera al Emperador, 28 de marzo de 1527

[El Marqués del Gasto] pidió licencia al Duque de Borbón para se ir al reino, porque no determinaba de ir con este exército deciendo que iba amotinado hecho comunidad.
El Abad de Nájera al Emperador, 19 de abril de 1527

Tutte queste gente hanno fatto tra loro 8 capitanei, 3 lanzchenech, 3 spagnoli et 2 italiani, sotto il governo di quali stanno.
Relación de un fraile de San Salvador, partido de Roma el 12 de mayo de 1527

Questo essercito non ha capo nè membri, nè obbedienza nè forma alcuna, et ognuno si governa all'appetito suo.
Juan Bartolomé Gattinara al Emperador, 8 de junio de 1527

[nuestro exército] a despecho de los capitanes, quisieron seguir su camino hasta Roma, donde hicieron el insulto que habeis oido, aunque a la verdad no fue tan grande como nuestros enemigos han sembrado
Carlos V al rey de Portugal, 2 de agosto de 1527


Saco de Roma, 1527

El saco o sacco de Roma ha pasado a la historia por la importancia que la ciudad tenía, al ser la residencia del trono de San Pedro, y la destrucción generada por el saqueo: muertes, violaciones, torturas, profanaciones, extorsiones, robos e incendios, hechos que dejaron una impronta imborrable en aquella generación. Hechos a los que no hay que restar importancia, pero que sin duda, adquirieron una mayor dimensión que otros - en proporción - similares por la significación de la ciudad santa.

No obstante, como operación militar, tan solo se puede destacar su brevedad y su eficiencia: un ejército de desharrapados, sin artillería de sitio, realizó un avance a marchas forzadas desde las comarcas de Florencia; los defensores, algo descuidados y confiados en sus murallas, desistieron de su labor al penetrar la mañana del 6 de mayo de 1527 los primeros soldados españoles en el recinto leonino, buscando refugio en Castel Sant'Angelo. A partir de ese momento, la ciudad quedó en las manos de españoles, alemanes e italianos, que hicieron, cada cual en su zona, y luego en la del vecino - para desconsuelo de los afrentados - lo que les vino en gana, satisfaciendo cada cual sus apetitos.

Fue Roma, y pudo haber sido Florencia, mas no fue la rica ciudad de mercaderes pasto de la ávida soldadesca, porque, como indicó llanamente Gattinara "Firenza era assai fortificata" y "Roma stava dissarmata". Juicio que refrendó el Abad de Nájera, al calificar la empresa de Florencia como "luenga y muy difícil".

Florencia o Roma, Roma o Florencia, lo mismo daba. Las dos eran cabezas de estados enemigos, confederados contra el Emperador en la Liga de Cognac, así que su sometimiento era estratégicamente beneficioso.

Florencia o Roma, Roma o Florencia, ciudades pobladas por ricos mercaderes o ricos cardenales a los que saquear primero, e imponerles después rescates sobre sus personas a cobrar con cargo a las rentas de sus estados o sobre piquerempréstitos otorgados por deudos o familiares.

Pero amén del saqueo, existía otra opción: imponer, con la presencia del ejército a las puertas de la ciudad, una contribución al cercado, y la imposición de la rendición, o al menos, de una tregua. Con esta contribución se satisfarían las pagas, y además, se soslayaría el peligro de ver a los soldados ricos, porque ¿siendo ya ricos, que motivación tendrían para seguir siendo soldados?

El caso es que no hubo contribución - o extorsión - de los cercados, porque no hubo cerco, sino asalto. No había tiempo que perder.

No obstante, ¿se buscaba asestar un golpe brutal a uno de los enemigos en liza y ayudar a acabar la guerra, o por contra, satisfacer a unos soldados que llevaban meses sin pagas y que día sí, día también, amenazaban con abandonar sus banderas y deshacer el ejército?

La respuesta es que idéntica acción satisfacía a ambas partes: a la dirección del ejército, que servía convenientemente a SM en la lucha, y a los soldados, que veían recompensados materialmente sus trabajos y padecimientos en la guerra.

Podemos determinar, por tanto, que hubo una conjunción de intereses en la acción de guerra, quedando soldados y dirigentes medianamente conformes.


Un ejército de malcontentos

El ejército imperial a cuya cabeza se hallaba el duque de Borbón se componía a febrero de 1527 de 700 hombres de armas, 800 caballos ligeros, 10.000 lansquenetes - llegados a Italia en noviembre de 1526 a cargo de Jorge de Frundsberg - 5.000 soldados viejos españoles y 3.000 italianos.

Quedaban tropas a cargo de Leiva en Milán - aunque el abad y comisario imperial temía que "quedarán pocos o ningunos españoles con las banderas [...] porque todos quieren ir hacia Florencia" - y había otro ejército en Nápoles a cargo del virrey y príncipe de Orange y de Hugo de Moncada.

Los lansquentes eran tropas más indisciplinadas, y que aguantaban menos trabajos y padecimientos que los españoles, y era más habitual que reclamasen sus pagas de forma tajante, amotinándose con relativa frecuencia.


Batalla de San Quintin

 

Batalla de San Quintín (1557): El golpe maestro de Felipe II


El 10 de agosto de 1557, día de San Lorenzo, el ejército hispano-imperial dirigido por Manuel Filiberto de Saboya derrotó de forma contundente al ejército francés del condestable Anne de Montmorency en las llanuras y marismas que rodean San Quintín, sobre el Somme. La victoria, lograda por disciplina, ingeniería de campaña y una maniobra envolvente precisa, consolidó el prestigio militar de la Monarquía Hispánica en Europa y marcó el imaginario político y espiritual del reinado de Felipe II.

Batalla de San Quintín, 1557

Contexto histórico y geopolítico

A mediados del siglo XVI Europa vivía la pugna entre las coronas de los Habsburgo y los Valois. Carlos V había abdicado en 1556, y Felipe II heredó España, los territorios italianos y los Países Bajos.

Francia, con Enrique II, buscaba quebrar el cinturón estratégico habsbúrgico actuando sobre Flandes y el norte de Italia. La zona de Picardía, con plazas sobre el Somme y caminos hacia París y Cambrai, era neurálgica.

El matrimonio de Felipe II con María Tudor había sumado a Inglaterra a la causa hispánica, lo que dotó al frente de refuerzos ingleses y un marco de legitimidad católica frente a la propaganda francesa.

La captura francesa de plazas en Artois y la presión sobre el eje Valenciennes Cambrai amenazaban las rutas y exigían una respuesta que disuadiera a Francia de golpear el corazón de los Países Bajos.

En ese tablero, San Quintín se convirtió en pieza decisiva: su control permitía abrir puertas hacia el interior de Picardía o, al contrario, cerrar un candado ante una penetración enemiga.

Felipe II designó capitán general al duque Manuel Filiberto de Saboya, veterano de las campañas imperiales, con el mandato claro de proteger Flandes, quebrar la ofensiva francesa y, si el terreno lo permitía, golpear con un ejemplo que restableciera el equilibrio europeo.

Desarrollo de los hechos

Durante la primavera de 1557 los franceses concentraron fuerzas al mando del condestable Montmorency para aliviar San Quintín, cuya guarnición había quedado comprometida por la maniobra hispano-imperial.

Manuel Filiberto, con tercios españoles y contingentes valones, italianos, borgoñones, lansquenetes alemanes y un cuerpo inglés, trazó un cerco flexible con líneas de contravalación y baterías que negaban a los franceses un acceso rápido a la plaza.

La orografía y la hidráulica del Somme condicionaban los movimientos: marismas, canales y vados estrechos favorecían al ejército que supiera fijar, fatigar y canalizar al adversario.

La decisión del capitán general fue dejar tentadora una vía de socorro para atraer al enemigo a un embudo. Mientras la infantería cubría los puntos de paso con fosos y parapetos, patrullas y zapadores aseguraban puentes de pontones para una respuesta rápida.

El 10 de agosto, al amanecer, Montmorency avanzó con prisa para romper el cerco. La vanguardia francesa se topó con fuegos escalonados de arcabucería y artillería ligera desde posiciones preparadas.

Cuando el condestable comprometió su caballería para forzar un cruce, Manuel Filiberto ejecutó la maniobra decisiva: envió reservas por un vado secundario, proyectó su caballería sobre el flanco expuesto y mandó a la infantería cerrar el paso a la retaguardia enemiga.

El atrapamiento entre el río, las zanjas, los taludes y el fuego cruzado descompuso el despliegue francés. Las unidades hispano-imperiales presionaron con descargas y picas, en un avance metódico que evitó la dispersión y convirtió la ruptura en captura masiva. El propio Montmorency fue hecho prisionero.

Las pérdidas francesas fueron muy elevadas en hombres, estandartes y jefes de calidad; las hispano-imperiales, sensiblemente menores para una batalla campal de esa escala, gracias a la preparación del terreno y al control del ritmo táctico.

Protagonistas y aspectos humanos

La figura central fue Manuel Filiberto de Saboya, cuya prudencia y golpe de vista recuerdan los principios operacionales que los tercios habían perfeccionado: fijar, canalizar, concentrar y resolver. Supo resistir la tentación de un choque frontal y prefirió el desgaste y la geometría del terreno.

Entre sus subordinados brillaron veteranos como Sancho de Londoño, Julián Romero o Luis de Zúñiga, capitanes diestros en la combinación de pica y arcabuz.

Felipe II acompañó la campaña desde la retaguardia segura, atento a la logística, la coordinación con Inglaterra y la consolidación política de cualquier éxito. Lejos de la imagen de monarca pendenciero, su papel fue el de un soberano organizador que comprendía la guerra como instrumento de orden y legitimidad.

En el campo contrario, Montmorency mostró valentía personal, pero su necesidad de aliviar la plaza en plazos políticos le impulsó a decisiones arriesgadas que Manuel Filiberto convirtió en su contra.

Para los soldados, la batalla fue una suma de fatigas de trinchera, barro, mosquetes que se humedecen, relevos en silencio y confianza en unos cuadros que, por oficio, mantenían la calma bajo presión.

Anécdotas y curiosidades

La coincidencia con la festividad de San Lorenzo marcó la memoria de la jornada. En acción de gracias se cantó un Te Deum, y la tradición asoció a esta victoria el propósito real de erigir un gran monasterio dedicado al santo. La planta del futuro Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial evocaría, según esa memoria simbólica, la parrilla del martirio.

Otra estampa repetida en crónicas narra cómo banderas capturadas fueron llevadas a los campamentos para ser presentadas, no con alboroto, sino con silencioso respeto a los caídos propios y ajenos, una actitud que la disciplina de los tercios propiciaba.

Se recuerda también la serenidad con que Manuel Filiberto frenó persecuciones innecesarias al ver zonas encharcadas y posibles emboscadas, signo de su preferencia por victorias completas pero sobrias.

Desmontando la Leyenda Negra

Buena parte de la propaganda antiespañola quiso transformar San Quintín en un relato de fanatismo y de supuesta brutalidad.

La documentación coetánea no respalda esas caricaturas. Las relaciones oficiales, cartas de campaña y testimonios franceses coinciden en la elevada disciplina del bando hispano-imperial, el trato debido a los prisioneros, la asistencia a heridos y la prohibición del saqueo indiscriminado.

La victoria se explica por el dominio del terreno, la preparación técnica de las unidades y el control del mando, no por una violencia ciega. San Quintín fue, además, una acción militar con fines operacionales claros: quebrar una ofensiva peligrosa para Flandes y restablecer la estabilidad regional.

Atribuir al episodio un espíritu de destrucción gratuita contradice las prácticas logísticas y jurídicas que regían a los ejércitos del rey en ese periodo, registradas de forma minuciosa por cronistas hispanos y extranjeros.

Legado y trascendencia

San Quintín tuvo consecuencias concretas y simbólicas.

En lo militar neutralizó durante meses la capacidad operativa francesa en Picardía, dio aliento a las plazas leales y permitió una explotación controlada de la victoria, sin aventuras hacia París que comprometieran la base de Flandes.

En lo político elevó la posición negociadora de Felipe II y reforzó la percepción europea de la Monarquía Hispánica como poder de orden.

En lo cultural alimentó una iconografía que, con El Escorial, plasmó el ideal de una realeza que aspira a armonizar fe, gobierno y saber.

En lo doctrinal confirmó lecciones tácticas que la infantería hispana venía perfilando desde Italia: la combinación de fuegos y picas, el empleo inteligente de la artillería ligera, la ingeniería de campaña y la economía de fuerzas.

San Quintín no puso fin a la rivalidad con Francia, pero inclinó el eje del conflicto y anunció, junto con la victoria de Gravelinas al año siguiente, la madurez de un sistema militar que Europa estudiaría con respeto durante décadas.

Conclusión inspiradora

San Quintín enseñó que la guerra moderna no se gana solo con arrojo, sino con ciencia y templanza. En una mañana de agosto, la paciencia para preparar el terreno, la serenidad para elegir el momento y la disciplina para mantener el orden transformaron un socorro apresurado en una derrota decisiva para el adversario.

Felipe II entendió que esa victoria debía traducirse en paz, estudio y oración, y por eso la memoria de San Lorenzo se hizo piedra y biblioteca.

La grandeza de España no residió en humillar, sino en ordenar y elevar, y San Quintín quedó como un espejo donde la ambición se rinde ante la razón y la fe.

Fuentes primarias y testimonios contemporáneos

  • Archivo General de Simancas, Sección Estado, legajos de 1557: relaciones oficiales de la jornada de San Quintín, correspondencia del capitán general y partes remitidos al Consejo de Estado.
  • Cartas y memoriales de Felipe II relativos a la campaña de Picardía, Biblioteca Nacional de España, manuscritos de la segunda mitad del siglo XVI.
  • Giovanni Battista Adriani, "Istoria de’ suoi tempi", crónica florentina con noticias contemporáneas de San Quintín.
  • Martin du Bellay, "Mémoires", testimonios franceses sobre la campaña y la captura del condestable Montmorency.
  • Luis Cabrera de Córdoba, "Relaciones de las cosas sucedidas en la corte de España", referencias a la victoria y su recepción política.
  • Mapas y planos de la plaza y sus contornos, Colección de Mapas y Planos, Archivo General de Simancas, fondos del siglo XVI.

Fuentes recomendadas

  • Real Academia de la Historia, Diccionario Biográfico Español, entradas de Felipe II, Manuel Filiberto de Saboya, duque de Alba y Anne de Montmorency.
  • Geoffrey Parker, "Felipe II: la biografía moral y política", análisis del gobierno y la guerra en su reinado.
  • Fernando Martínez Laínez, "Tercios de España: la infantería legendaria", capítulos dedicados a Picardía y al frente de Flandes.
  • John Lynch, "Los Austrias, 1516-1700", síntesis de la política europea del siglo XVI.
  • Instituto de Historia y Cultura Militar, "San Quintín 1557: estudios sobre táctica, ingeniería de campaña y ordenanzas".
  • Portal de Archivos Españoles PARES, fondos de Estado y Guerra relativos a la campaña de 1557.
  • Biblioteca Digital Hispánica, crónicas impresas del siglo XVI con noticias de la jornada.


El Teide




 🌋 Sabías que el Pico del Teide es la cumbre más alta de España y una de las montañas volcánicas más imponentes del mundo

Con 3.718 metros sobre el nivel del mar, este coloso en la isla de Tenerife domina el Atlántico y forma parte del Parque Nacional del Teide, uno de los más visitados del planeta.


📍 Datos generales del Pico del Teide

• 🗺️ Ubicación: Isla de Tenerife, Islas Canarias, España

• 🏔️ Altura: 3.718 m s. n. m.

• 🌋 Tipo: Volcán estratovolcán activo (última erupción registrada en 1909)

• 🏞️ Parque Nacional: Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2007

• 🌡️ Clima: Frío en altura, con nieve frecuente en invierno y temperaturas bajas todo el año


📌 Datos curiosos

 1. Es el tercer volcán más grande del mundo desde su base oceánica, después de Mauna Kea y Mauna Loa.

 2. Su sombra proyectada al amanecer es la más grande del mundo sobre el mar.

 3. Los antiguos guanches lo consideraban una montaña sagrada, hogar del dios Guayota.

 4. El cráter del Teide y Las Cañadas forman un paisaje casi lunar usado en entrenamientos espaciales.

 5. Desde su cima, en días despejados, se pueden ver hasta seis islas canarias.

[J18] AD Ceuta FC - UD Las Palmas

 



[J18] AD Ceuta FC - UD Las Palmas

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:: Datos del partido

Fecha: Domingo 14 de diciembre de 2025
Hora: 20.00
TV: LaLiga TV Hypermotion
Estadio: Alfonso Murube
Tipo: Liga, jornada 18


:: El rival

Nombre: Agrupación Deportiva Ceuta Fútbol Club
Web: https://adceutafc.com/
Último partido: Granada 1-1 Ceuta
Clasificación: 7º con 25 puntos

Puerto de Motril

 



Sabías que el Puerto de Motril, en la costa granadina, es uno de los puertos más jóvenes y estratégicos del sur de España, destacado por su conexión marítima con el norte de África y por su crecimiento acelerado en tráfico comercial y de pasajeros.


📍 Datos generales del Puerto de Motril


• 🇪🇸 País: España

• 🌍 Comunidad Autónoma: Andalucía

• 🏖️ Provincia: Granada

• ⚓ Tipo de puerto: Comercial, pesquero y de pasajeros

• 🚢 Rutas destacadas: Melilla, Nador, Alhucemas y Tánger Med

• 📐 Extensión aproximada: 5 km de línea de muelles

• 🛣️ Ubicación: Costa Tropical, entre Málaga y Almería


🔎 5 datos curiosos

 1. Es uno de los puertos con menor congestión del sur de España, lo que lo vuelve altamente eficiente.

 2. Fue impulsado especialmente desde los años 2000, siendo uno de los puertos más recientes en modernizarse.

 3. Cuenta con una de las conexiones más rápidas hacia Melilla desde la península.

 4. Su cercanía a Sierra Nevada le da un contraste único: mar y nieve en menos de 90 km.

 5. Es el puerto con el mayor crecimiento relativo en tráfico de mercancías del litoral andaluz en la última década.


#questionfacts

Amaguado




 Amaguado" es una palabra regional (canario/portugués) que describe un estado de desconsuelo, pena, lástima o malestar general, como tener "mal sabor de boca", a menudo relacionado con la pereza, la apatía o estar algo "pasado" o "embarrado" (como un gallo de pelea fatigado). Se deriva del verbo "amaguar", que también puede significar esconderse, agacharse o embrutecerse por falta de estímulo, según el contexto. 

Usos y significados:

Sentimiento de desconsuelo: "Me quedé amaguado después de la noticia" (Me quedé apenado/desconsolado).

Falta de ánimo/pereza: "Hoy estoy amaguado, no tengo ganas de hacer nada".

En gallos de pelea: Un gallo "amaguado" o "arrequintado" está fatigado, con poca agilidad o defensa, y le cuesta pelear.

En portugués: También se usa para describir el acto de acostarse o estar postrado por enfermedad. 

En resumen, estar "amaguado" es estar "con magua" (pena), con una sensación de desánimo o falta de chispa, muy común en Canarias y con raíces en el portugués. 

amaguar | Tesoro de los diccionarios históricos de la ...

Diccionario histórico de la lengua española (1960-1996) ... (De a7- + magua `pena'.) prnl. Can. "Quedarse desconsolado, apenado, con `magua'." (Navarro Artiles,


Real Academia Española

El Blue Monday, un día para "estar amaguado" - Radio Insular

14 ene 2024 — ... amaguado». Esta palabra de origen portugués es muy común en el archipiélago y se asocia con esa sensación de «mal sabor de boca», desconsuelo o l...


Radio Insular Fuerteventura


amagado - Dicionário Online Priberam de Português

verbo pronominal * [Regionalismo] Descansar, deitando-se. * Estar prostrado por doença. * Esconder-se, agachando-se.


Dicionário Priberam da Língua Portuguesa


Letra A | Academia Canaria de la Lengua

* amagarse. prnl. Embrutecerse. Uno, si no lee nada, si no habla con gente que sepa, si uno no tiene ningún interés por aprender, lo que hace es amagarse. * ama...


www.academiacanarialengua.org

arrequintado, arrequintada | Diccionario histórico de la lengua ...

adj. Esp: Merid (Can) [Gallo] Que muestra falta de agilidad por un entrenamiento excesivo. ... No tuvo mucha historia la quinta pelea donde el giro de Pedro Mar...


Real Academia Española


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amaguado - Diccionario del español actual - Fundación BBVA

amaguado –da. adj. ( reg ) Triste o desconsolado. Día 16.6.76, 15: No vamos a aventurarnos a decir aquí que don Salvador Escandell Cortés será