¿Por qué el herpes no tiene cura?

 

¿Por qué el herpes no tiene cura?

Cuando una persona se expone al virus del herpes, este puede entrar al cuerpo a través de pequeñas abrasiones o microfisuras en la piel o las mucosas (como la boca o los genitales).

Una vez dentro, el virus comienza a multiplicarse dentro de las células, provocando las típicas lesiones o ampollas del herpes.

Hasta aquí, el sistema inmunológico intenta controlar la infección... pero aquí viene la parte clave

Cuando la piel empieza a sanar, algunos virus logran esconderse: viajan por las terminaciones nerviosas —los axones— hasta llegar a unas estructuras llamadas ganglios nerviosos.

En el herpes oral, el virus se aloja en el ganglio del trigémino.

En el herpes genital, en el ganglio sacro, cerca de la médula espinal.

Y ahí, el virus se mantiene “dormido” o latente, evadiendo por completo al sistema inmune. Por eso no se elimina del cuerpo.

A veces, ciertos factores como el estrés, la fiebre o la exposición solar pueden despertarlo, causando nuevos brotes.

Ahora cuéntame: ¿sabías que el virus se esconde en el sistema nervioso?

Yo soy la Dra. Pau Zúñiga y si quieres entender cómo actúa el herpes, por qué reaparece y cómo prevenir los brotes, te dejaré un video en enlace en los comentarios

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