Es la más común. Se siente como una presión o “banda” apretada alrededor de la cabeza. Suele relacionarse con estrés, mala postura o tensión muscular.
Dolor pulsátil, generalmente localizado en un lado de la cabeza. Puede acompañarse de náuseas, sensibilidad a la luz y al sonido, e incluso alteraciones visuales (aura).
Dolor opresivo, sobre todo en la parte posterior de la cabeza y cuello. Aparece con presión arterial muy elevada. Si es intensa y súbita, requiere atención urgente.
Dolor muy intenso alrededor de un ojo, acompañado de lagrimeo y congestión nasal. Se presenta en episodios y es menos frecuente, pero extremadamente dolorosa.
Dolor o presión facial, especialmente en frente, mejillas o alrededor de los ojos. Empeora al agacharse o al despertar. Se asocia a congestión y secreción nasal.
Ocurre tras un golpe en la cabeza. Puede durar horas o días. Si es intensa o se acompaña de vómitos, confusión o debilidad, hay que consultar de inmediato.
Dolor asociado a la articulación temporomandibular (mandíbula). Puede aparecer al masticar o apretar los dientes.
Se desencadena por ejercicio intenso, tos o actividad sexual. Generalmente es benigna, pero debe evaluarse si es súbita e intensa.
Dolor repentino, de máxima intensidad en segundos. Es una emergencia médica y puede indicar problemas graves como hemorragia cerebral.

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