Quiles saca las uñas
QUILÉS, FABRICADO CON DINERO PÚBLICO
La escena es conocida. Un medio investiga y publica datos incómodos sobre la maquinaria ultra. Esta vez fue El Salto: 172 contratos menores. Casi 700.000 euros. Todos dirigidos a EDATV, la plataforma de Javier Negre que impulsó la figura de Vito Quiles.
La respuesta de Quiles fue reveladora. Primero negó. Después reconoció pagos. Finalmente, amenazó: “Borrad si no queréis acabar como vuestro fiscal general”. Una frase que no pertenece al periodismo, sino al acoso político.
Lo que hay detrás es un sistema. Ayuso, Feijóo y Mañueco financiaron durante años a un canal ultra con dinero institucional. No por audiencia. No por impacto social. Por interés ideológico. Por blindar un altavoz fiel. Por tejer una red de propaganda que opera sin límites.
UNA RED, NO UN CASO AISLADO
El entramado empresarial tampoco es casual. Majal Gestión SL —vinculada a la presidenta de Eulen— aparece conectada al tabloide ultra. Y Eulen es la empresa donde la hermana de Feijóo acumuló más de 1,6 millones en adjudicaciones sin concurso desde la Xunta.
No es solo dinero. Es un ecosistema donde política, empresas y agitadores se sostienen mutuamente.
Mientras tanto, los medios críticos reciben amenazas. Y el periodismo independiente se defiende con comunidad.
La libertad de prensa no se negocia con propagandistas financiados a dedo.
Una verdad incómoda. Y precisamente por eso necesaria.
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