El 7 de diciembre de 1786 nacía Maria Walewska, noble polaca que pasó a la historia por ser una de las amantes del emperador Napoleón Bonaparte. A pesar de pertenecer a una familia de la alta nobleza, los recursos eran limitados por lo que a los 18 años tuvo que aceptar un matrimonio concertado que aliviara la situación económica de la familia. El escogido se llamaba Anastase Colonna Walewski, un conde muy rico 40 años mayor que ella.
Convertida en condesa, participó en las tertulias de los círculos bonapartistas, que veían al emperador Napoleón como el libertador de Polonia. María presenció la entrada de Napoleón Bonaparte en Varsovia. Él se fijó en su belleza cuando la volvió a ver en un baile. Pronto se hicieron amantes.
Maria, que amó sinceramente a Napoleón, tuvo un hijo con él, Alejandro José Colonna, que adoptó los apellidos del conde Walewski. Cuando Napoleón volvió a París, Maria le siguió con su hijo. En 1810, el emperador se separaba de Josefina y se casaba con María Luisa de Habsburgo-Lorena, quien puso como condición que alejara de su lado a la que se conocía como "la reina polaca".
Maria y su hijo se trasladaron entonces a vivir a Nápoles, a una hacienda cedida por el emperador, en la que pudo vivir sin problemas económicos. Maria no se olvidó nunca de Napoleón, al que continuó amando en la distancia y al que visitó en los momentos difíciles de su exilio en la isla de Santa Elena.
En 1812 fallecía su esposo y 4 años más tarde se casó con el conde Philippe Antoine d'Ornaro, primo segundo de Napoleón. El 11 de diciembre 1817, cuando daba a luz a su hijo Rodolfo Augusto, fallecía en el parto. Tenía solamente 31 años.
En 1937, el cine clásico recreó su historia de amor con el Corso en una película protagonizada por Greta Garbo y Charles Boyer.



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