MARÍA LA BAILAORA: LA MUJER QUE LUCHÓ EN LEPANTO POR AMOR TRAVESTIDA DE VARÓN
La histórica batalla naval de Lepanto, que enfrentó a cristianos y otomanos tal día como hoy de 1571, «la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes ni esperan ver los venideros», como diría Cervantes, contó con la figura de una aguerrida mujer que se alistó en los Tercios haciéndose pasar por hombre: María, la Bailaora.
María la Bailaora, como su apodo indica, bailadora de profesión. Andaluza, la describe genéricamente una crónica que la menciona, granadina especifica otra. Es la única mujer soldado de la escuadra cristiana que participó en esta batalla que mencionan las crónicas de la época. Hábil arcabucera y diestra espadachina. La primera mención de María proviene de los relatos de la Batalla de Lepanto.
María, disfrazada de hombre, se alistó al servicio del ejército, donde sirvió en una unidad de Lope de Figueroa como arcabucero, con el fin de acompañar a su amante a la guerra. Sirvió como soldado a bordo del Real, el buque insignia de la Liga Santa, comandado por don Juan de Austria.
Durante la batalla, después de la colisión de Real con la galera Sultana (el buque insignia de la armada turca, al mando de Ali Pasha) y el abordaje mutuo, María luchó en primera línea. Saltó a bordo de la Sultana y, según las fuentes, atacó a los soldados turcos con una espada o una pica en la mano.
Algunas fuentes sugieren que el sexo de María no se reveló hasta después de la victoria, pero según otra fuente, su verdadera identidad ya se conocía a bordo, ya que había muy poca privacidad en los barcos en ese momento y su presencia era un secreto conocido:
"En la primera fila se encontraba un joven espadachín, capaz y valiente, pero casi todos, incluido Juan de Austria, sabían que era una mujer, una joven andaluza llamada María que había abordado con el permiso de Lope de Figueroa, siguiendo a su amante".
Marco Antonio Arroyo, soldado y testigo de la batalla, publicó en 1576 su Relación del Progreso de la Armada de la Santa Liga, donde menciona a María:
"Mujer española hubo, que fue María, llamada la bailadora, que desnudándose del hábito y natural temor femenino, peleó con un arcabuz con tanto esfuerzo y destreza, que á muchos turcos costó la vida, y venida a afrontarse con uno de ellos, lo mató á cuchilladas. Por lo cual, ultra que Don Juan le hizo particularmente merced, le concedió que de allí adelante tuviese plaza entre los soldados, como la tuvo en el tercio de Lope de Figueroa."
Después de la batalla, se le permitió permanecer en la unidad y se le pagó su salario como a otros soldados, siendo posteriormente licenciada, es decir, mandada a casa. Aunque con la paga de arcabucero de por vida.
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