“El dolor abdominal no siempre es gastritis…
A veces, son pequeñas bolsas ocultas en el intestino: divertículos.

Por sí sola, no siempre causa síntomas, pero puede complicarse si alguno de esos divertículos se inflama o se infecta, dando lugar a la diverticulitis.

Con los años, las paredes del colon pueden debilitarse y, al hacer esfuerzo durante la evacuación (por ejemplo, por estreñimiento crónico), la presión interna empuja la mucosa hacia fuera, formando esos pequeños sacos.
Causas y factores de riesgo más comunes:
Dieta baja en fibra 

Poca ingesta de agua 

Estreñimiento frecuente 

Sedentarismo 

Edad avanzada 



Obesidad o sobrepeso 


En muchos casos, la diverticulosis no da síntomas y se detecta por estudios de rutina (colonoscopía o TAC).
Sin embargo, algunas personas pueden presentar:
Dolor o molestias abdominales, especialmente en la parte baja izquierda.
Cambios en el ritmo intestinal (estreñimiento o diarrea).
Gases, distensión o sensación de pesadez.
En ocasiones, presencia de sangre en las heces.


Cuidar tu alimentación y tus hábitos diarios puede evitar que los divertículos se formen o se inflamen:
Aumenta el consumo de fibra (frutas, verduras, legumbres y cereales integrales).
Toma suficiente agua todos los días.
Evita el sedentarismo, camina o haz ejercicio regularmente.
No retengas las ganas de evacuar.
Mantén un peso saludable.

Si no hay síntomas, suele bastar con una dieta rica en fibra y buena hidratación.
En caso de diverticulitis leve, el médico puede indicar antibióticos, reposo digestivo y analgésicos.
Si hay complicaciones graves (abscesos, sangrado o perforación), puede requerirse internación o cirugía.

Escucha a tu cuerpo: si hay dolor abdominal persistente o cambios en tu digestión, consulta al médico.
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