miércoles, 29 de octubre de 2025

Lidice: los niños de Lidice

 



El caso de los niños de Lidice es uno de los más conocidos de la época de la posguerra de la antigua Checoslovaquia. En este post le contamos la historia del mismo y tampoco nos olvidamos de mencionar el Monumento más conocido a las víctimas infantiles de la segunda guerra mundial de nuestro país.

Tras la masacre de Lidice en junio de 1942, los nazis seleccionaron a varios niños con rasgos considerados "nórdicos" para ser "germanizados". Entre ellos se encontraban Vašek Hanf, Marie Hanfová, Václav Zelenka, Emilie Frejová, Hana Špotová, Dagmar Veselá y Marie Doležalová. Estos niños fueron llevados a Alemania, donde fueron ubicados en hogares infantiles como el de Puschkau. Allí, se les obligó a hablar alemán y a olvidar su nacionalidad checa. Algunos fueron adoptados por familias alemanas, mientras que otros vivieron una infancia difícil bajo el régimen nazi, expuestos a la indoctrinación ideológica. Este plan de "germanización" tenía como objetivo integrar a estos niños en la cultura alemana y destruir su identidad checa. Aquellos niños que no cumplían con los estándares raciales fueron asesinados o murieron a causa de las brutalidades del régimen nazi.​

De los 105 niños de Lidice, 82 fueron asesinados en las cámaras de gas del campo de concentración de Chełmno. Seis murieron en los hogares infantiles alemanes, y 17 sobrevivieron y pudieron regresar a Checoslovaquia tras la guerra. Entre los sobrevivientes se encontraba Marie Šupíková, quien fue una de las pocas niñas que logró regresar a su país natal. Marie murió en marzo de 2021 a la edad de 88 años .​

La historia de los niños de Lidice es un recordatorio del sufrimiento infligido por el régimen nazi y de la resistencia del pueblo checo. Hoy en día, Lidice es un símbolo de la barbarie nazi y un lugar de memoria para las futuras generaciones. 

En el año 2000 se inauguró un monumento a los niños en el territorio de la antigua Lidice. El monumento a los niños de Lidice, inaugurado en el año 2000, conmemora a los 82 niños que fueron asesinados en Chełmno.

Monumento a las víctimas infantiles de la guerra

El crimen cometido contra los niños de Lidice conmovió profundamente a la escultora académica Maria Uchytilová. En 1969 decidió crear un grupo escultórico en bronce de los niños de Lidice, que al mismo tiempo se percibiría como un monumento a las víctimas infantiles de la guerra.

Le llevó dos décadas crear ochenta y dos esculturas infantiles de tamaño mayor que el natural. Durante ese tiempo, el estudio donde se creó el monumento recibió la visita de decenas de miles de personas de todo el mundo. De forma espontánea, se empezaron a recaudar fondos para la realización del conjunto escultórico, que ya entonces cautivaba a todo aquel que lo veía.

En marzo de 1989, la autora terminó la obra en yeso, pero nunca recibió nada de las donaciones recaudadas. Así que fundió las tres primeras esculturas en bronce con sus propios ahorros. Desgraciadamente, en otoño de 1989 falleció inesperadamente. Así que solo pudo ver su obra maestra colocada en Lidice en su propia imaginación.

A partir de 1990, su marido, Jiří V. Hampl, su hija, Sylvia Klánová, la señora Anna Nešporová, de Lidice, y las asociaciones creadas con este fin en Praga y Pilsen continuaron con los esfuerzos para fundir el monumento en bronce. En la primavera de 1995 se construyó en el terreno marcado una base de hormigón revestida con losas de granito y entonces llegó el momento tan esperado. Treinta niños regresan en forma de bronce junto a sus madres en Lidice.

Desde el verano de 1996 se instalaron otras estatuas con diferentes intervalos de tiempo. Las últimas siete fueron descubiertas en el año 2000. Ahora, 42 niñas y 40 niños asesinados en 1942 contemplan el valle. Así se cumplieron las palabras de la autora del monumento, la escultora académica Marie Uchytilová.

En nombre de la paz, devuelvo a 82 niños de la nación a su tierra natal como símbolo de advertencia de los millones de niños asesinados en las guerras sin sentido de la humanidad. A través de las esculturas, envío un mensaje de entendimiento a las naciones. Sobre la fosa común de los niños, las casas se reconcilian entre sí...  

En noviembre de 2010, fue robada del conjunto escultórico la estatua de bronce de una niña de aproximadamente 1 metro de altura, que estaba situada a la derecha, en primer plano. Debido al gran interés del público, se organizó una colecta que tuvo mucho éxito. Gracias a ella, fue posible volver a fundir la estatua en bronce a partir del modelo original y colocarla en su lugar original.

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