¿Por qué los pacientes con diabetes son tan propensos a tener infecciones por hongos en las uñas?
La respuesta está en cómo la enfermedad afecta poco a poco al cuerpo. La diabetes altera la circulación, disminuye la capacidad de defensa del sistema inmune y genera cambios en la piel y uñas que favorecen la entrada y el crecimiento de hongos.
Lo que empieza como una simple alteración en el color de la uña puede transformarse en algo mucho más serio: uñas engrosadas, frágiles, deformadas y dolorosas, que dificultan caminar, usar zapatos e incluso mantener la higiene adecuada. En este contexto, una infección que para muchos sería solo una molestia estética, en una persona con diabetes puede convertirse en una puerta de entrada a infecciones más graves, con riesgo real para la salud de los pies.
Por eso, cada cambio en tus uñas no debe pasarse por alto. El mensaje es claro: si vives con diabetes, tus pies necesitan atención diaria, revisiones periódicas y cuidados preventivos. No se trata solo de estética, se trata de proteger tu movilidad, tu independencia y tu vida.
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Recordatorio esencial: La información presentada tiene carácter académico y educativo. No constituye consulta médica, ni debe ser utilizada para autotratarse. Si tienes molestias o preocupaciones, consulta a tu médico de confianza.
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