jueves, 25 de septiembre de 2025

En condiciones normales, el líquido preciado hemático viaja de las arterias a los capilares







En condiciones normales, el líquido preciado hemático viaja de las arterias a los capilares y de ahí a do una arteria y una vena se saltan las reglaslas venas. Pero en una fístula arteriovenosa (AV), se abre un atajo anómalo que conecta directamente una arteria con una vena, dejando a los capilares fuera del juego.


Esta conexión puede ser:

- Congénita, es decir, presente desde el nacimiento.
- Adquirida, tras un trauma (heridas penetrantes, cirugías).
- Quirúrgicamente creada, como ocurre en pacientes con insuficiencia renal que necesitan hemodiálisis.

¿El problema? El flujo deja de ser normal y aparecen complicaciones como:


• Úlceras dolorosas porque los tejidos no reciben oxígeno suficiente.
• Hinchazón, várices y cambios en el color de la piel.
• Masas pulsátiles, con calor local evidente.
• Venas superficiales que se vuelven anormalmente dilatadas y visibles.

Lo que parece una “simple vena grande” puede esconder una condición que exige atención médica.

Una fístula AV no siempre es peligrosa, pero reconocerla a tiempo puede marcar la diferencia entre controlarla o enfrentar complicaciones serias.

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Recordatorio esencial: La información presentada tiene carácter académico y educativo. No constituye consulta médica, ni debe ser utilizada para autotratarse. Si tienes molestias o preocupaciones, consulta a tu médico de confianza

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