Estas placas de grasa podrían estarse formando en las arterias de tu corazón, de tu cerebro o en cualquier parte y tú ni siquiera darte cuenta.
Lo que ves en la imagen es una representación de aterosclerosis, una enfermedad silenciosa pero extremadamente peligrosa. Consiste en la acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias en la pared interna de las arterias, formando “placas” que estrechan el paso del líquido preciado hemático y reducen el flujo hacia órganos vitales.
Lo más alarmante es que la aterosclerosis puede avanzar durante años sin causar síntomas… hasta que aparece una emergencia.
¿Qué aumenta tu riesgo de padecerla?
- Hipertensión arterial
- Colesterol LDL elevado
- Diabetes
- Obesidad y exceso de grasa abdominal
- Fumar (uno de los factores más destructivos)
-Sedentarismo
- Mala dieta rica en ultraprocesados y grasas trans
- Antecedentes familiares
¿Qué síntomas puede causar?
Depende del órgano afectado, pero muchos aparecen cuando ya existe daño significativo:
- Dolor en el pecho (angina)
- Falta de aire
- Dolor en las piernas al caminar
- Entumecimiento o debilidad en un lado del cuerpo
- Mareos o dificultad para hablar
¿Cuáles son sus complicaciones?
Las más graves incluyen:
- Infarto agudo de miocardio
- Accidente cerebrovascular (derrame cerebral)
- Aneurismas
- Enfermedad arterial periférica
- Insuficiencia cardíaca
La aterosclerosis no da tregua, pero sí es prevenible. Hábitos saludables, alimentación consciente, ejercicio regular y revisiones médicas pueden marcar la diferencia entre una vida tranquila y una emergencia que cambie todo en segundos.
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Recordatorio esencial: La información presentada tiene carácter académico y educativo. No constituye consulta médica, ni debe ser utilizada para autotratarse. Si tienes molestias o preocupaciones, consulta a tu médico de confianza.

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