¿No es verdad, ángel de amor,
que en esta apartada orilla
más pura la luna brilla
y se respira mejor?
Esta aura que vaga llena
de los sencillos olores
de las campesinas flores
que brota esa orilla amena;
esa agua limpia y serena
que atraviesa sin temor
la barca del pescador
que espera cantando al día,
¿no es cierto, paloma mía,
que están respirando amor?
Magistral poema, cuajado del nectar complaciente de un sublime y somnifero deseo de amar, tan potente y eficaz en los oidos de la amada, que al penetrarlos le llega al fondo del alma,para hacer de un minuto, un eterno torrente de placer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario