domingo, 12 de octubre de 2025

HA FALLECIDO Diane Keaton

 



Diane Keaton nació como Diane Hall el 5 de enero de 1946 en Los Ángeles, California, y creció en Santa Ana como la mayor de cuatro hermanos. Su madre, Dorothy Deanne Keaton, fue ama de casa y fotógrafa aficionada, y su padre, John Hall, ingeniero civil. Fue su madre —ganadora del concurso “Mrs. Los Ángeles”— quien le enseñó que una mujer podía brillar por sí misma. Esa chispa la llevó a estudiar teatro, primero en Santa Ana College y luego en Nueva York, donde adoptó el apellido Keaton para evitar confusiones con otra actriz. Allí se formó en el Neighborhood Playhouse y abrazó la técnica Meisner, que privilegia la verdad emocional sobre la actuación decorativa.

Su carrera comenzó en Broadway con *Hair*, donde se negó a aparecer desnuda en la escena final, gesto que la definió desde el inicio: autenticidad antes que espectáculo. En 1969, brilló en *Play It Again, Sam* de Woody Allen, con quien formaría una dupla creativa inolvidable. Su debut en cine llegó con *Lovers and Other Strangers* (1970), pero fue *El Padrino* (1972) donde el mundo la descubrió como Kay Adams, la mujer que observa desde la sombra el ascenso y la caída del imperio Corleone. Francis Ford Coppola la eligió por su “encanto excéntrico”, y esa intuición cambió la historia del cine.
En 1977, *Annie Hall* la consagró como ícono cultural. El personaje, inspirado en ella misma, le valió el Óscar a Mejor Actriz y redefinió la comedia romántica. Su estilo —camisas masculinas, pantalones anchos, sombreros fedora— rompió moldes y se convirtió en tendencia global. Diane no solo actuaba: narraba con su ropa, con sus pausas, con su mirada. En *Looking for Mr. Goodbar*, *Reds*, *Shoot the Moon* y *Baby Boom*, demostró que podía habitar el drama con la misma naturalidad que la comedia. Su trabajo con directores como Warren Beatty, Nancy Meyers y Woody Allen consolidó una filmografía que combinaba inteligencia, vulnerabilidad y humor.
Más allá de la actuación, Keaton dirigió documentales, videoclips y películas como *Unstrung Heroes*. Produjo obras como *Elephant* de Gus Van Sant, y publicó libros de fotografía y memorias que exploraban la familia, la belleza y la pérdida. Su activismo se expresó en la preservación arquitectónica de Los Ángeles, restaurando casas históricas con la misma sensibilidad con la que construía personajes. En 2017, recibió el AFI Life Achievement Award, reconocimiento a una carrera que nunca se conformó con lo esperado.
En sus últimos años, Diane siguió desafiando estereotipos: protagonizó *Book Club* (2018) y prestó su voz a Jenny, la madre de Dory, en *Finding Dory*. Su legado no se mide en taquilla, sino en cada mujer que se atrevió a ser distinta, en cada escena donde el silencio decía más que el guion, en cada sombrero que se convirtió en símbolo de independencia.
Diane Keaton falleció el 11 de octubre de 2025, a los 79 años, en California. La causa de su muerte no ha sido revelada, y su familia ha pedido privacidad. En los últimos meses, Diane se había retirado discretamente de la vida pública. Su último posteo en redes sociales fue en abril, y según allegados, compartió reflexiones sobre el paso del tiempo y la necesidad de soltar el control.
Se fue como vivió: por sí misma, sin perder el sombrero. Nos enseñó que el drama podía tener humor, que el amor no siempre era lógico, y que una mujer con corbata podía cambiar el cine. Hollywood llora, pero ella ya estaba en otra escena.
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