El polígono de Willis: el círculo donde nace la vida del pensamiento
Allí, entre la niebla de impulsos eléctricos y sueños, existe un círculo perfecto:
el polígono de Willis. 

Un entramado de arterias que se toman de la mano,
como una ronda que protege lo más sagrado del ser humano: el cerebro.
Allí fluye la sangre que alimenta cada pensamiento,
cada emoción, cada recuerdo que somos.
Es una red de vasos sanguíneos en la base del cerebro que conecta las arterias principales.
Gracias a él, la sangre puede tomar rutas alternas si una se bloquea.
Es, en esencia, el plan de emergencia de la vida cerebral:
si un camino se cierra, otro se abre.
Porque cuando algo interrumpe el flujo —un coágulo, una ruptura, una obstrucción—,
este círculo milagroso puede desviar la sangre y mantener viva la mente.
Su armonía garantiza que el pensamiento nunca se apague por completo.
El polígono de Willis es la sinfonía invisible de la supervivencia:
una obra maestra que late en silencio,
mientras el cuerpo duerme, sueña y recuerda. 
Este post es solo informativo y no sustituye la valoración médica profesional. 
Medicina DraPauZúñiga

No hay comentarios:
Publicar un comentario