miércoles, 13 de agosto de 2025

LUMBALGIA: CUANDO EL DOLOR EN LA PARTE BAJA DE LA ESPALDA CAMBIA TU MANERA DE VIVI




 LUMBALGIA: CUANDO EL DOLOR EN LA PARTE BAJA DE LA ESPALDA CAMBIA TU MANERA DE VIVIR

Al principio es solo una molestia leve después de un día intenso, una rigidez que desaparece con descanso. Pero poco a poco, ese dolor en la parte baja de la espalda se hace más frecuente, más intenso, hasta el punto de limitar movimientos tan simples como agacharte, levantar un objeto o caminar con naturalidad. Lo que para muchos es “un dolor pasajero” puede ser, en realidad, lumbalgia: una de las causas más comunes de discapacidad temporal en todo el mundo y una señal de que algo en la columna, los músculos o las articulaciones no está funcionando como debería.
La lumbalgia puede tener múltiples orígenes. En muchos casos es consecuencia de tensión muscular o distensión de ligamentos provocada por esfuerzos bruscos, malas posturas o sobrecarga física. En otros, está relacionada con cambios degenerativos en los discos intervertebrales, hernias, artritis o incluso problemas en órganos internos que irradian dolor hacia la zona lumbar. Lo particular de esta condición es que, aunque el dolor se localiza en un punto específico, puede afectar la movilidad global del cuerpo, obligando a modificar rutinas y posturas.
Un episodio agudo de lumbalgia puede durar días o semanas, pero si no se corrige la causa o no se cuida la musculatura de la espalda, el problema tiende a repetirse y a volverse crónico. Factores como el sedentarismo, el sobrepeso, la falta de fuerza en el core y el estrés aumentan la probabilidad de sufrirla. Además, permanecer largos periodos sentado sin apoyo lumbar adecuado provoca que los músculos se fatiguen y las vértebras reciban más presión de la que deberían.
El tratamiento dependerá de la causa y la intensidad. Desde reposo relativo y ejercicios de estiramiento, hasta fisioterapia, medicación antiinflamatoria o, en casos complejos, intervenciones más avanzadas. La prevención es igual de importante: mantener una postura correcta al sentarse y al levantar objetos, fortalecer la musculatura abdominal y lumbar, y evitar el sedentarismo son claves para proteger la espalda a largo plazo.
Porque no se trata solo de aliviar el dolor cuando aparece. Se trata de cuidar la estructura que sostiene tu cuerpo todos los días, de entender que la columna y sus músculos trabajan en silencio para mantenerte erguido y en movimiento. Y si hoy tu espalda te recuerda su existencia con cada paso, tal vez la pregunta no es cuánto aguantarás así… sino cuándo empezarás a cuidarla para que vuelva a sostenerte sin dolor

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