martes, 5 de agosto de 2025

San Victricio de Rouen 7 AGOSTO

 


San Victricio de Rouen  7 AGOSTO

En Rouen, en la Galia, san Victricio, obispo. Fue soldado en tiempo del emperador Juliano y, al rechazar las insignias militares por amor a Cristo, padeció diversas torturas por orden del tribuno, que le condenó a muerte, pero, no obstante, habiendo alcanzado la libertad, y tras ser consagrado obispo, llevó también a la fe en Cristo a los feroces pueblos de los morinos y de los nervios, en la Galia del norte.

San Victricio, conocido también como de Victricio de Ruan (en latínVictriciusfrancésVictriceitalianoVittricioc. 330 – c. 407), fue obispo de Ruan (393–417), misionero y santo. Su festividad es el 7 de agosto.

Biografía

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Victricio era hijo de un legionario romano y llegó a ser soldado también. De todas maneras, cuando abrazó el cristianismo, rechazó las armas. Fue apresado y sentenciado a la pena de muerte, pero fue exculpado. Predicó la palabra entre las tribus de FlandesHainault, y Brabante.

Se convirtió en obispo de Ruan entre 386 y 393. Viajó hasta Gran Bretaña en 396 para hacer mediación en la disputa entre diferentes obispos. Fue acusado de herejía pero fue defendido por Inocencio I y recibió un importante decreto del Liber Regularum.

En 396 le fueron enviadas las reliquias de Vital y Agricola que también fueron enviadas por las mismas fechas a San Paulino de Nola y otros.[1]​ Victricio escribió un texto sobre La alabanza de los santos (De Laude Sanctorum).

Celebración7 de agosto

Beato Nicolás Postgate 7 AGOSTO

 


Beato Nicolás Postgate  7 AGOSTO

En York, también en Inglaterra, beato Nicolás Postgate, presbítero y mártir, que en el reinado de Carlos II, a causa de su ministerio sacerdotal, que había ejercido ocultamente entre los pobres durante casi cincuenta años, fue colgado en el patíbulo.

Nicholas Postgate (1596 o 1597 – 7 de agosto de 1679) fue un sacerdote católico inglés ejecutado por traición durante la persecución anticatólica en Inglaterra. Fue ejecutado el 7 de agosto de 1679 en Knavesmire , York, tras falsas acusaciones y en medio de la intensa tensión de la época. Postgate es reconocido como uno de los 85 mártires católicos ingleses de Inglaterra y Gales, beatificados por el papa Juan Pablo II en noviembre de 1987. [ 2 ]

Vida temprana y sacerdocio

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Nicholas Postgate nació en Kirkdale House, Egton , Yorkshire , Inglaterra . Ingresó en el Douay College de Francia el 11 de julio de 1621. [ 3 ] Prestó juramento universitario el 12 de marzo de 1623, recibió las órdenes menores el 23 de diciembre de 1624, el subdiaconado el 18 de diciembre de 1627, el diaconado el 18 de marzo de 1628 y fue ordenado sacerdote dos días después. [ 3 ]

Postgate fue enviado en misión a Inglaterra el 29 de junio de 1630, donde trabajó por la fe católica. En la década de 1660, se estableció en Ugthorpe , cerca de su ciudad natal. [ 1 ] Su parroquia, conocida con el nombre extinto de Blackamoor, [ 4 ] se extendía entre Guisborough, Pickering y Scarborough. [ 2 ]

Thomas Ward , quien posteriormente escribió sobre él, conocía bien a Postgate. [ 5 ] Era excepcionalmente concienzudo en el desempeño de sus deberes pastorales. El historiador JP Kenyon comentó que «durante casi medio siglo recorrió los altos páramos de North Yorkshire y las llanuras de Holderness , atendiendo a un rebaño disperso». [ 6 ]

Antecedentes del arresto

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Aunque el sentimiento anticatólico en Inglaterra había disminuido a finales de la década de 1670, resurgió debido a la falsa conspiración papista de 1678. Titus Oates afirmó falsamente que existía una conspiración para instalar a un rey católico, lo que incitó una renovada y feroz persecución de los católicos ingleses. Este período marcó la última vez que se ejecutó a católicos en Inglaterra por su fe, siendo Nicholas Postgate una de las últimas víctimas. [ 7 ]

Durante el pánico instigado por Oates, el prominente magistrado protestante Sir Edmund Berry Godfrey fue asesinado, y Oates culpó a los católicos. En respuesta, el criado de Sir Edmund, John Reeves, buscó venganza y decidió actuar en la zona de Whitby, posiblemente porque sabía que allí llegaban sacerdotes procedentes de Francia.

Arresto, juicio y ejecución

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Nicholas Postgate fue detenido por el recaudador de impuestos Reeves mientras oficiaba un bautizo en la casa de Matthew Lyth en Little Beck , cerca de Whitby . Reeves, acompañado de su colega William Cockerill, allanó la casa durante la ceremonia y arrestó a Postgate, quien entonces tenía 82 años. Lyth, sin darse cuenta, alertó a las autoridades al hablar públicamente sobre la ceremonia.

Postgate fue condenado en virtud de la Ley de los Jesuitas, etc. de 1584 (27 Elizabeth, c. 2) por ser sacerdote en suelo inglés. [ 3 ] Fue ejecutado en la horca, destripado y descuartizado en Knavesmire, York . Sus restos fueron entregados a sus amigos y enterrados, y una de sus manos fue enviada al Douay College. [ 8 ] En el cadalso, declaró que era demasiado viejo y frágil para pronunciar largos discursos y que simplemente moriría por la fe católica a la que había consagrado su vida. [ 9 ]

En un libro del tesoro se registró que Reeves había recibido 22 chelines por la captura de Postgate, [ 10 ] pero algunos creen que no recibió el dinero antes de suicidarse ahogándose. [ 5 ]

Beatificación

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El beato Nicolás Postgate fue beatificado por el papa Juan Pablo II el 22 de noviembre de 1987. La ceremonia de beatificación tuvo lugar en la Basílica de San Pedro en Roma , Italia , donde fue honrado junto con otros 84 mártires de Inglaterra y Gales. Este grupo de mártires, conocidos colectivamente como los Ochenta y Cinco Mártires de Inglaterra y Gales , fue reconocido por su sacrificio y compromiso con la fe durante una época de persecución católica. [ 11 [ 12 ]

Celebración7 de agosto

San Miguel de la Mora 7 AGOSTO

 


San Miguel de la Mora  7 AGOSTO

En Colima, de México, san Miguel de la Mora, presbítero y mártir, que, en el furor de la persecución contra la Iglesia, fue coronado con el martirio.
San Miguel de la Mora de la Mora, Presbítero y Mártir
Agosto 7


Martirologio Romano: En Colima, de México, san Miguel de la Mora, presbítero y mártir, que, en el furor de la persecución contra la Iglesia, fue coronado con el martirio por el hecho de ser sacerdote (1927).

Nació en el municipio de Tecalitlán, Jalisco el 19 de junio de 1874. Durante su infancia supo de las faenas agrícolas y ganaderas y llegó a ser buen jinete. Adolescente ingresó al seminario conciliar de Colima, donde cursó los estudios eclesiásticos hasta su ordenación presbiteral, en 1906.

Ministro de Tomatlán, en la Iglesia Catedral, en la hacienda de San Antonio, en Zapotitlán y, finalmente, otra vez en la Catedral, de la que fue capellán de coro.

Cuando se decretó la suspensión del culto público, eligió permanecer en el domicilio de su familia. “¿Cómo se va a quedar Colima sin sacerdotes?”, dijo. Allí celebraba, con mucha discreción, la Eucaristía; pese a sus cuidados, frente a su casa vivía el jefe de operaciones militares de Colima, el general José Ignacio Flores, quien, al identificarlo como clérigo ordenó su arresto. Salió libre bajo fianza, con la orden tajante de reanudar el culto de la Catedral contra las disposiciones episcopales.

Dejó Colima para refugiarse en su lugar de origen. La madrugada del 7 de agosto de 1927, con ropas de paisano, acompañado por su hermano Regino y el presbítero Crispiniano Sandoval, salió rumbo a la sierra. En el mesón de Cardona, Colima alguien lo reconoció: Es usted padrecito. Sí, lo soy. Esto bastó para que un agrarista los aprehendiera, remitiéndolos a pie y atados, a la jefatura de operaciones militares de Colima. Durante el trayecto escapó el otro clérigo, a quien no identificaron como tal. Al mediodía llegaron a Colima. Enterado del asunto, el general Flores dispuso la ejecución inmediata de los hermanos De la Mora, en la caballeriza del cuartel, sobre el estiércol de los caballos. Mientras recitaba el rosario, fue acribillado por los verdugos ante la mirada atónita de su hermano Regino, quien salvó la vida alegando que él no era sacerdote. El cadáver fue sepultado en el panteón municipal. Dos años después sus restos fueron colocados en la iglesia catedral.

Fue canonizado por S.S. Juan Pablo II el 21 de mayo de 2000.
Celebración7 de agosto

Beato Vicente de L’Aquila 7 AGOSTO

 


Beato Vicente de L’Aquila  7 AGOSTO

En L’Aquila, en la región Vestina (hoy Abbruzo), beato Vicente, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, célebre por su humildad y su espíritu profético.
Vicente de L´Aquila, Beato
Religioso Franciscano, 7 de agosto


Por: Edelvives | Fuente: Franciscanos.org



Religioso

Martirologio Romano: En L’Aquila, en la región Vestina (hoy Abbruzo), Italia, beato Vicente, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, célebre por su humildad y su espíritu profético (1504).
El Beato Vicente nació hacia el año 1430, en L´Aquila, ciudad que por aquel tiempo formaba parte del reino de Nápoles. Sus padres habitaban en el barrio llamado Poggio o Cerro Santa María, encantador edén coronado de verdura y refrescado por manantiales abundantes, cuyas aguas se despeñan por continuadas cascadas hasta el río Aterno. Aquel maravilloso rincón, testigo de los primeros años del niño Vicente, lo fue también de sus grandes virtudes, favorecidas por el cuidado de sus padres, y estimuladas por el ambiente religioso en que se crió. Su alma, predestinada a gloriosa santidad, encontró desde el primer instante el clima necesario; clima que supo aprovechar con generoso corazón.

La casa paterna era contigua al monasterio cisterciense de Nuestra Señora del Refugio. No obstante, cuando determinó entrar en religión, no se dirigió a los hijos de San Bernardo, sino a los de San Francisco. La extraordinaria popularidad de San Bernardino de Sena, fallecido hacía pocos años, en 1444, su tumba cada día más gloriosa, podrían explicarnos, aun prescindiendo de los llamamientos de la gracia, las preferencias de Vicente por la Orden franciscana.

El incansable predicador sienés, cuyo celo no detenían la edad ni los achaques, se había presentado en mayo de 1444 en el reino de Nápoles, con deseo de sembrar también allí la semilla evangélica. Pero al llegar a siete millas de L´Aquila le traicionaron las fuerzas. Lograron sus compañeros que se dejase colocar en una camilla, y de esta forma le llevaron, «triste y dolorido», a la ciudad. Albergado en el monasterio de los Hermanos Menores Conventuales, pronto vio Bernardino que se le acercaba su última hora, a pesar de los solícitos cuidados de los hermanos y de los más hábiles médicos mandados por los magistrados. Incapaz de expresarse de palabra, manifestó por señas su deseo de que se le tendiese en el suelo de su celda, y en esta humilde postura, con los brazos cruzados, los ojos elevados al cielo, el semblante risueño, entregó apaciblemente en manos de Dios su santa alma el 20 de mayo.

L´Aquila no dejó escapar el tesoro que acababa de confiarle la Providencia; se quedó con el venerado cuerpo a despecho de las instancias de los diputados sieneses, que secretamente habían hecho preparativos para llevarlo a su patria. Las exequias de Bernardino se celebraron con tanta solemnidad, que nunca rey ni reina las tuvo semejantes. Insignes milagros se realizaron alrededor del féretro.

Vicente, que a la sazón tenía unos catorce años, conservaría de ellos un recuerdo imperecedero.

En el convento de San Julián

El convento de San Julián, en el que Vicente se presentó, lo había fundado en 1415 el Beato Juan de Stroncone, Comisario general de los Hermanos Menores Observantes de Italia.

Edificantes recuerdos iban unidos a la fundación de este monasterio. Lo habían levantado los religiosos con sus propias manos; ellos mismos habían labrado las toscas mesas y bancos que constituían, casi por completo, el ajuar, buena parte del cual, en consideración a la memoria de Vicente de L´Aquila, se ha conservado con religioso cuidado. El convento, proyectado según el severo plan de las primeras casas de la Orden, era de condiciones sumamente modestas: lo formaban unas cabañas pegadas a la falda de la montaña, sin luz apenas y parecidas a ermitas.

Cabría preguntar cómo en refugio tan reducido pudo reunirse, en el año 1452, en tiempos de Vicente, un Capítulo general de mil quinientos Hermanos Menores, si no se supiera que estas sesiones se celebran las más de las veces al aire libre o debajo de improvisadas tiendas de campaña, donde la milicia franciscana iba a organizarse para los santos combates.

Mortificación. El hermano limosnero

Aunque educado en su casa con mucho esmero, pues había seguido las letras, Vicente quiso por humildad permanecer como hermano lego. Una de las características de su santidad era el espíritu de mortificación. Tanta era su austeridad, que ni siquiera llevaba las sandalias permitidas a los descalzos. Su hábito de color pardo, que aún hoy día puede verse, era el más pesado y basto de todos; no se lo quitaba ni de día ni de noche. Además, llevaba cilicio y se infligía frecuentes y crueles flagelaciones. Su alimento se reducía a pan y agua con algunas hierbas crudas, y, si a veces se le obligaba por obediencia a comer como la comunidad, hallaba no obstante medio de mortificarse, tomando sólo una parte de su porción y agregándole polvo o sustancias amargas.

Prefería los trabajos humildes, ayudaba a los hermanos en sus faenas domésticas y componía sus sandalias, pues, para ser más útil, había aprendido el oficio de zapatero. Otras veces se dedicaba a las labores del campo y, en los ratos de descanso, retirábase en la fragosidad de la roca, a unos cien pasos del convento, para entregarse a la oración.

Más adelante se le encargó el oficio de limosnero, en que indudablemente hallaba Vicente múltiples ocasiones de sacrificio, dada su afición a la soledad y a la vida oculta. Su principal preocupación, en las diarias caminatas, fue siempre el bien de las almas.

En los demás conventos adonde fue enviado, Cittá, Sant´Ángelo, Francavilla y Sulmona, continuó en el cargo de limosnero: pasó, pues, la mayor parte de su vida de una puerta a otra, pidiendo limosna para sus hermanos, mendigando por obediencia, lo cual no fue obstáculo para que poseyera en el más alto grado la estima y confianza de los príncipes de la Casa de Aragón, soberanos de Nápoles.

Predicciones varias

Durante el período, tan revuelto para los Estados del sur de Italia, que transcurrió desde el año 1458 al 1500, varios competidores aspiraban al reino de Nápoles. La ciudad de L´Aquila, más que otras, sufrió las consecuencias de esas vicisitudes políticas, pasando sucesivamente al poder de la Casa de Anjou, de la de Aragón y del Papa, y mudando de dueño varias veces en el espacio de unos cuarenta años. Fray Vicente, muy sensible a los innumerables males que aquejaban a sus paisanos, abrumados de impuestos, diezmados por la guerra, afligidos por el hambre y la peste, menudeaba las súplicas y penitencias en los momentos de crisis, y pasaba noches enteras en oración.

Parecía como que quisiera cargar sobre sí toda la responsabilidad de aquel desequilibrio social, y trataba de conquistar con el mérito de sus acciones la benevolencia y las misericordias del cielo.

A Fernando I, duque de Calabria y rey de Nápoles, que fue a consultarle antes de emprender una expedición contra las tropas pontificias, le predijo un desastre. A pesar de esta advertencia, el príncipe inició la campaña y salió, en efecto, vencido.

No fue ésta la única circunstancia en que el humilde lego pareció favorecido con el don de leer en el porvenir. La historia conserva el texto de una de sus predicciones. Con mucha anticipación anunció al hijo del rey de Nápoles, Alfonso, duque de Calabria, que un rey de Francia (Carlos VIII) conquistaría su reino. Señaló al mismo tiempo los males que iban a descargar sobre la Iglesia.

He aquí el texto, cuyos términos, algún tanto apocalípticos, requieren una explicación. Del conjunto se desprende una predicción bastante clara:

Cuando oigáis mugir el buey en la Iglesia de Dios (en las armas del papa Alejandro VI, designado aquí, figuraba un buey), entonces principiarán las desgracias. Cuando veáis tres símbolos reunidos: el buey, el águila y la serpiente (alianza del papa Alejandro VI, del emperador de Alemania Maximiliano I, entre cuyos blasones figuraba un águila, y de Ludovico Sforza, quien por ser sucesor de los Visconti en el ducado de Milán, había dejado impresa en todas partes la serpiente de su escudo), entonces vendrá del lado de Occidente un rey (Carlos VIII, llamado por Ludovico Sforza y que había de invadir Italia en 1474). Asolará el reino (de Nápoles), y, recogido el botín, volverá a su país (1475).

El destierro de César Borja y de Ludovico Sforza, vencidos por el rey Luis XII, va insinuado en las líneas siguientes:

Habrá cisma en la Iglesia de Dios, dos Pontífices, el uno elegido legítimamente, el otro cismático (alusión posible a la infame parodia que quiso hacer de Lutero un antipapa, cuando en 1527 los luteranos, con ayuda de los Imperiales, saquearon Roma). El verdadero Papa se verá obligado a desterrarse (Clemente VII tuvo que huir a Orvieto). La violencia se ensañará contra la Iglesia de Dios. Tres ejércitos muy poderosos entrarán al mismo tiempo en Italia, uno procedente del Este, otro del Oeste, el tercero del Norte: se reunirán y habrá mucha sangre derramada. Después se realizará en la Ciudad (Eterna) una reforma que alcanzará a los clérigos (reforma de la disciplina eclesiástica preparada por el Concilio de Trento), y los mahometanos serán detenidos en su marcha. (En Lepanto, en 1571).

Milagros. Regreso a L´Aquila

En vida, hizo Vicente varios milagros. En L´Aquila devolvió el habla a un mudo. En otra ciudad curó a un niño que por tener las piernas disformes no podía andar, y en Sant´Angelo le debieron la curación de parecida enfermedad tres personas. Pero el prodigio más admirable atribuido al poder de sus oraciones fue la resurrección del obispo de Sulmona, Bartolomé della Scala, de la Orden de Predicadores.

Si hemos de dar crédito a los historiadores de L´Aquila, contemporáneos suyos, el obispo, a pesar de las oraciones del clero para implorar su curación, había sucumbido a resultas de graves dolencias. Vicente, que gozaba de la estima particular del prelado y había recibido de él numerosas muestras de benevolencia, en cuanto se enteró de la noticia, pidió autorización para ir a rezar junto al cadáver. De súbito, como por inspiración de lo Alto, llamó por tres veces a su ilustre amigo, cuyos ojos se abrieron por fin, a la vez que iba entrando poco a poco la vida por todo el cuerpo. La curación no fue repentina, pero decreció el mal tan rápidamente que, a los quince días, el 29 de junio de 1491, fiesta de San Pedro, el que todos creían eliminado para siempre del mundo de los vivos, iba en persona al convento de los Franciscanos a dar gracias a su salvador. Conviene añadir que murió, y esta vez para siempre, a los pocos días. El milagro tuvo grande repercusión en los Abruzos, y las visitas afluyeron al convento de San Nicolás de Sulmona, residencia en aquel tiempo del taumaturgo. Le llevaban enfermos para que rogase por ellos, y alcanzaba su curación.

Esta popularidad llegó a asustar a Vicente, quien, deseoso de la soledad, solicitó de sus superiores permiso para volver a su modesto oratorio de San Julián de L´Aquila, en donde esperaba terminar su vida religiosa como la había comenzado, en el retiro y la humildad.

Apenas de regreso, tuvo que presenciar discordias civiles y grandes disensiones políticas. Acababa de ser desterrado el obispo, Juan Bautista Galioffi. En tan graves circunstancias juzgó Vicente que era deber suyo el dirigir a los primeros magistrados, constándole que aceptarían sus consejos, algunas palabras llenas de fe. Lo hizo en términos que muestran su profunda piedad:

Señor Gobernador, Señores:

El cariño que profeso a vuestra ciudad me inspira estas líneas. Acabáis de perder al padre de vuestras almas. Por tanto, habéis de ser ahora, para vuestros súbditos, pastores a la vez espirituales y temporales.

Estáis pasando crueles pruebas y las teméis más terribles aún. Ved si no suceden por causa de vuestras culpas, y enmendaos. Dios envió a Jonás a Nínive, a la que quería aniquilar por sus pecados, y revocó la sentencia tan pronto como dicha ciudad se arrepintió. ¿No es propio de Dios el ser siempre misericordioso? Cesemos de pecar y cesarán los azotes.

En la ciudad, en Collemaggio y en otros puntos tenéis religiosos. Pedidles procesiones de penitencia; misas en honor de la Santísima Virgen y de nuestros santos patronos. Pedid oraciones a las hijas de Santa Clara. Tengo confianza de que, por estos medios, la infinita misericordia de Dios pondrá fin a estas calamidades.

Si me postrara ante el rey para solicitar un favor y al mismo tiempo le diese disgustos con mi proceder, me echaría de su presencia. Así vosotros, por amor de Dios, dejad de blasfemar, si queréis ser escuchados. De aquí proceden todos vuestros males. Termino suplicándoos otra vez os hagáis dignos del cargo que se os ha impuesto.

Vuestro hermano en Nuestro Señor,

Fray Vicente.


El que con tanta nobleza hablaba era entonces un anciano estimado y venerado de todos, con fama de santo, adornado con el brillo de los milagros. No es de extrañar, pues, que fuera escuchada su palabra. No dependió de él el que no volviera el obispo a L´Aquila. El infortunado obispo pereció asesinado por los facciosos en la ciudad de Roma, en casa del cardenal de la Rovere (el futuro papa Julio II), el 23 de febrero de 1493.

Última conquista. Muerte del Beato

Un día que andaba por la ciudad de Lúcoli pidiendo limosna, el cansancio le obligó a detenerse en una familia amiga. Allí topó con una niña, Matía Ciccarelli, que debía ser gloria de la Orden agustina. Vicente, que para la dirección de algunas almas había recibido de Dios luces extraordinarias, reconoció en esta muchachita un alma selecta, y sus consejos la encaminaron en las vías de la santidad. Le infundió aversión para las vanidades mundanas y gusto para las penitencias más heroicas, de las cuales daba él ejemplo. A instigación suya, Matía rezó diariamente el Oficio de la Santísima Virgen y el de difuntos. Después que hubo afirmado sus primeros pasos, no cesó de sostenerla y animarla hasta conducirla al umbral del claustro.

El 7 de agosto de 1504, hacia el anochecer, Matía vio, desde la ventana de la casa que seguía habitando en Lúcoli, el bosque inmediato al convento de San Julián completamente iluminado y al alma de su santo consejero subiendo al cielo acompañada por magnífica corte. Supo al día siguiente que en aquella misma hora había exhalado fray Vicente el postrer aliento. Esta revelación la llenó de alegría y la confirmó en la convicción de que su guía era verdaderamente un santo. Dócil a sus consejos, entró en el monasterio agustino de Santa Lucía, en L´Aquila, y en él tomó el velo con el nombre de Sor Cristina. En dicho monasterio se venera el 12 de febrero a la Beata Cristina de Lúcoli.

Reliquias y culto

Los restos del piadoso hermano lego se habían enterrado en la sepultura común de los Hermanos Menores. Catorce años después fueron exhumados, por circunstancia fortuita, tal vez para depositarlos en la nueva iglesia de San Julián que se inauguraba; se reparó entonces en el perfume que exhalaba el féretro de fray Vicente y en la perfecta conservación de su cuerpo. Los vestidos que le cubrían se caían a pedazos y se deshacían en polvo, siendo así que la carne del siervo de Dios conservaba toda su blancura y consistencia.

Este concurso de hechos movió a sus hermanos en religión a depositar el cuerpo de Vicente en un arca de nogal y vidrio y trasladarlo a lugar honroso. Desde entonces empezó a brillar con milagros de que dan fe donaciones e inscripciones votivas.

Después de más de un siglo, en 1634, seguía manifiesta la conservación del cuerpo. De entonces data su colocación -o reposición- en una capilla situada a la entrada de la iglesia conventual. Más recientemente, en 1868, dos médicos fueron comisionados por la autoridad eclesiástica para reconocer la continuidad del prodigio de la conservación del cuerpo de fray Vicente. En el lugar en que se le había depositado primitivamente, otra inscripción en italiano decía: «En este sepulcro descansa el cuerpo del Beato Vicente de L´Aquila, que pasó a mejor vida el 7 de agosto de 1504».

Confirmó su culto inmemorial el papa Pío VI el 19 de septiembre de 1787.


Celebración7 de agosto

Beato Edmundo Bojanowski 7 AGOSTO

 


Beato Edmundo Bojanowski  7 AGOSTO

En la localidad de Gorka Duchovna, cerca de Posnam, en Polonia, beato Edmundo Bojanowski, presbítero, que, conforme a los preceptos del Evangelio, trabajó con sumo ahínco en la formación de los pobres y gente analfabeta, y fundó la Congregación de las Esclavas de la Inmaculada Concepción de la Madre de Dios.

Edmund Bojanowski nació en el pequeño pueblo de Grabonóg , Polonia , el 14 de noviembre de 1814 en una familia de la nobleza polaca ( szlachta ). Sus padres, Walenty Bojanowski y Teresa Umińska, eran muy religiosos, lo que contribuyó a formar en Edmund sus profundas convicciones religiosas desde muy joven. A los cuatro años, Edmund enfermó y pareció morir, para luego resucitar poco después. Sus padres lo consideraron una forma de curación milagrosa basada en sus oraciones. Tras su recuperación, juró dedicar su vida a la Virgen María.

Educación

Edmund Bojanowski Fundador Pequeñas Siervas de María Inmaculada

Edmund continuó padeciendo problemas de salud durante toda su vida. Debido a esto, no pudo asistir a la escuela y tuvo que recibir tutoría en casa. A los 20 años contrajo tuberculosis . Posteriormente, continuó sus estudios en la Universidad de Wrocław y en Berlín , Alemania. Sin embargo, en ese momento estaba demasiado frágil para estudiar para el sacerdocio, una vocación que intentaría más adelante.

Buenas obras

Edmund Bojanowski BEdmund Bojanowski Regia Legionu Maryi pw Matki Boej

Su interés por la gente lo llevó a recopilar historias, canciones y proverbios del campo y publicarlos en "El Amigo del Pueblo" ( Przyjacielu Ludu ). En cuanto a sus convicciones morales y religiosas, se dedicó a proporcionar libros a escuelas, fundar bibliotecas y orfanatos para niños pobres. Durante la epidemia de cólera de 1848-1849, atendió a los enfermos, ayudándolos a medicarlos y confortarlos. Y, debido a la enfermedad que veía a su alrededor, ayudó a organizar el hospital, la Casa de la Misericordia ( Dom Miłosierdzia ).

Órdenes religiosas fundadoras

Debido a lo que él veía como una necesidad de servir a los pobres, Bojanowski pudo fundar una orden de monjas, llamada la congregación de las Hermanas Siervas de la Inmaculada Concepción de la Virgen Madre de Dios ( Sióstr Służebniczek Bogarodzicy Dziewicy Niepokalanie Poczętej ). Esto más tarde condujo a la creación de las órdenes separadas de la congregación de las Hermanas Siervas de María Inmaculada ( Sióstr Służebniczek Najświętszej Maryi Panny Niepokalanie Poczętej ) en Poznań, Przemyśl, Wrocław y Dębica (Tarnow). En 1867 Bojanowski autorizó la fundación de la Congregación de las Siervas Pobres de la Madre de Dios encabezada por Frances Margaret Taylor en Inglaterra .

Beatificación

Durante los últimos años de su vida, Bojanowski estudió para el sacerdocio; sin embargo, su salud continuó deteriorándose y murió el 7 de agosto de 1871 en Górka Duchowna sin ser ordenado sacerdote.

Fue beatificado por el Papa Juan Pablo II , en Varsovia , el 13 de junio de 1999. Su memoria se celebra en las iglesias católicas polacas el 7 de agosto de cada año.

Celebración7 de agosto